Fútbol
Simeone y su arenga, el mejor aliado del Real Madrid para la remontada copera
"Mis jugadores no le tienen miedo ni a la muerte". La frase es de Diego Pablo Simeone. La pronunció en el programa 'Asado Reservado' de Canal + en el que el jugador compartía un típico asado argentino con sus hijos, el periodista Julio Maldonado y el ex jugador y ahora comentarista Gustavo López. Una cita que para los jugadores del Real Madrid se ha convertido en la gota que ha colmado el vaso de su excitación. Lo ven como una suerte de 'chuleria'. Un exceso. Por eso el vestuario blanco ha decido plantarse y decir 'Basta'. Van a ir a por todas en el derbi de esta noche para remontar el 2-0 de la ida y demostrar a los de la Rivera del Manzanares que tendrán algo que temer. A ellos. Al Real Madrid.
Revela hoy el diario Marca que estas declaraciones han servido de acicate a los merengues. La reacción del cambiador de blanco fue una escalada de ímpetu cuando la frase del técnico fue pasando de boca en boca. Le tienen muchas ganas a los rojiblancos y a su preparador en especial después de su gresca con Varane en la final de la Champions de Lisboa
Porque el Real Madrid y sus futbolistas andan con el ego tocado por lo que pasó en el partido de ida ya no sólo en en lo que al resultado se refiere (que también), sino por las formas. El Atlético se pasó de duro. Eso dijeron en privado y en público.
Unas declaraciones duramente criticadas desde la opinión pública deportiva y el Atlético por ser entendidas como una excusa de equipo pequeño. Además, hubo voces del madridismo que acusaron a los suyos de no entrar en el juego viril que les propuso el rival. Sólo Arbeloa y su dura entrada a Gabi igualó, entienden, ese reto.
Por eso en esta ocasión los blancos quieren demostrar que ellos también pueden usar intensidad y calidad para remontar el partido. El ejemplo reciente del 2-0 al Borussia Dortmund en la vuelta de semifinales de Champions de 2013 es el camino que seguir. Aquella noche los merengues estuvieron a punto de sepultar el 4-1 de la ida. De no ser por la mala puntería de Higuaín y el larguero de Özil, los blancos habrían conseguido una épica eliminación.
Hoy los veteranos invocarán lo sucedido esa noche para tratar de tumbar a un enemigo con el que rendir cuentas pendientes (no les han vencido en sus últimos cuatro encuentros) y, de paso, saciar su sed de éxitos tras un mal arranque de año.