La noche en la que Sergio Busquets confirmó su decadencia
La derrota del FC Barcelona en París por 3-2 frente al París Saint-Germain (PSG) supone un duro golpe para el equipo blaugrana y en especial para algunos de sus futbolistas, especialmente señalados por sus errores en El Parque de los Príncipes. Quizá el que más tocado queda después de este encuentro es Sergio Busquets. El mediocentro de Sabadell hace tiempo que ha dejado de ser el seguro de vida que era tanto en su club como en la selección española. Anoche confirmó esta tendencia con un mal partido que se reflejó en lo futbolístico y en lo estadístico.
En este último aspecto, sorprendió ver al heredero del dorsal de Puyol perdiendo balones a mansalva en el centro del campo. Busquets nunca fue así. Su seguridad en la medular solía ser clave para la salida del esférico blaugrana. Casi nunca dejaba escapar una pelota.
Pues bien, contra el PSG Sergio se dejó seis por el camino. Seis perdidas de las 63 que tuvo el Barça que, con todo y con eso, eran más peligrosas que las de sus compañeros porque solían producirse en la zona de creación blaugrana, sin apoyos a sus lados y, por lo tanto, con riesgo de que cada robo rival fuera una ocasión de gol para los locales.
Mientras, Busquets sólo consiguió arrebatar cuatro balones y, casi siempre, lo consiguió en su campo, esto es, tras fallos propios o de sus compañeros. Una incapacidad para abarcar campo o acompañar la presión blaugrana que se tradujo en una sorprendente debilidad en la medular del Barça.
Los ataques del PSG fueron, por momentos, demasiado sencillos, con transiciones veloces entre Verratti, Motta y el resto de delanteros parisinos. Nada pudo hacer para evitarlos el mediocampo blaugrana y en especial el propio Busquets, lento en sus movimientos y en sus duelos con los jugadores contrarios.
Anoche, hasta veteranos como Mascherano o Mathieu supieron corregir sus errores con más velocidad de la que el mismo Sergio. Fallos y más fallos que se tradujeron en problemas para la medular y la defensa culé. Sólo la salida de Xavi permitió al Barça retener la pelota con cierto criterio y, a partir de ahí, enmascarar las carencias de su pivote defensivo.
Carencias que lleva mostrando desde que hace ya temporada y media el jugador empezase a sufrir molestias en el pubis. Es ahí donde nace el origen de esta decadencia que todavía deja malas sensaciones y que tuvo su peor momento en el Mundial de Brasil, cuando Busquets completó un mal campeonato que lastró a parte de sus compañeros.
Por no tener, Sergio no tuvo ni suerte de cara a gol. Su fallo a puerta vacía contra Chile quedará para siempre en la retina de los aficionados españoles. Pasado el torneo, el canterano decidió no operarse de sus problemas de pubis y aunque no manifiesta notables problemas, lo cierto es que su fútbol sigue sin ser el de antaño.
Tanto es así que Luis Enrique se ha planteado en más de un encuentro (así se barajó incluso para el de anoche) la opción de jugar con doble pivote, esto es, que otro medio (Mascherano es el que más opciones tendría) acompañase a a Busquets para tapar sus carencias y reforzar un puesto en el que antes se valía el solo para distribuir, robar y lanzar ataques.