Fútbol
Iker Casillas, sus fallos no forzados, y sus paradas 'milagro'
Iker Casillas completó frente al Villarreal uno de sus partidos más completos de lo que llevamos de temporada. Ante un equipo volcado contra su meta, el de Móstoles supo aguantar las embestidas e incluso salvar a los suyos en un par de buenas intervenciones que, con todo, no tapa una extraña tendencia que ha repetido en sus últimos encuentros: la de cometer inusuales fallos no forzados y, a renglón seguido, solventarlos con paradas 'milagro', de esas que solía protagonizar antaño.
En el Madrigal, Casillas intervino en un total de ocho ocasiones frente a un equipo que probó fortuna en 19 tiros. Seis fueron entre palos. Los otros trece salieron lejos de la meta blanca.
De esas ocho paradas, seis evitaron ocasiones reales de gol, aunque algunas lo hicieron en con métodos poco ortodoxos y algunas de ellas, tras fallos propios. Se sucedieron de la siguiente manera:
1.- Buena mano abajo a Uche. La primera de esas buenas paradas llegó nada más arrancar el encuentro, cuando el delantero nigeriano obligó a Casillas a lanzarse al palo izquierdo con un remate raso nada fácil de repeler.
2.- Anómalo despeje con el pie. Apenas un puñado de minutos después, Casillas volvió a evitar el peligro contra su meta, pero esta vez lo hizo de forma poco ortodoxa y algo nerviosa. Una internada por la derecha del Villarreal acabó en un centro al primer palo ante el que el portero sacó su pie. La bola acabó lejos de su meta, aunque pudo haber optado por caer al suelo para atajar el esférico.
3.- Mario y una gran atajada. Mediada la primera mitad llegó un zapatazo de Mario Trigueros que Casillas frenó lanzándose al suelo. La ocasión de peligro fue clara, pero el arquero reaccionó bien.
4.- Entre el error y el milagro. Otro lanzamiento lejano provocó la doble parada más llamativa del encuentro y el mejor ejemplo de la tendencia antes explicada. Mario fue el encargado de volver a probar fortuna. Casillas trató de despejar la bola pero ésta salió repelida por sus puños dejándosela en bandeja a un rival listo para recoger el rechace. Vietto golpeó el esférico a un palmo del área pequeña. Parecía gol, pero Iker evitó el peligro despejando con reflejos felinos el balón en un destello salvador como los que solía tener.
5.- Salida en falso. Ya en la segunda parte Casillas evitó de forma indirecta un gol sin tocar la pelota en otro movimiento en semifallo. Una bola metida desde la derecha por Mario Fernández se paseó por el área ante la salida impotente de un Casillas que no llegó al esférico. Con todo, su movimiento despistó a Vietto, el hombre que esperaba a recoger el balón y que no consiguió conectar remate alguno.
Así pues, una de cal y otra de arena. Casillas estuvo más sólido que en duelos anteriores, pero no siempre evitó las ocasiones rivales como él quería o se esperaba. Algo parecido a lo que sucedió, por ejemplo, en Riazor, cuando el arquero apenas tuvo que intervenir, pero vio como le marcaban dos goles que casi son tres después de una salida en falso que, a renglón seguido, salvó con un despeje casi imposible.