Fútbol

Luis Enrique o el 'efecto Guardiola' para disolver la vieja guardia del Barcelona

    Luis Enrique, junto a Guardiola en una foto de archivo.


    Luis Enrique lleva poco más de tres meses en el Barcelona, pero está respondiendo con creces a las expectativas y promesas creadas. Ha tratado de dar un nuevo aire al club blaugrana y de abrir la ventana para airear el ambiente cargado que había en el vestuario del equipo catalán.

    El mensaje a final de la pasada temporada fue claro: ir prescindiendo poco a poco de algunas vacas sagradas y, sobretodo, aportar sangre nueva. El asturiano ha hecho suya esta premisa y se ha puesto rápidamente manos a la obra. Han sido tres los jugadores que han irrumpido con fuerza: Munir, Sandro y Rafinha.

    Los dos primeros han sido los más ruidosos, anotando cada uno en un partido de Liga, y en el caso de Sandro, un gol que ha significado una victoria. Ambos fueron protagonistas en la pretemporada y siguen pidiendo su hueco. Luis Enrique dijo que en su equipo jugaría el que se lo mereciese, y de momento está cumpliendo.

    El caso de Rafinha es más pronunciado. Él fue el único de los tres que jugó de inicio en El Madrigal en ausencia de Iniesta, y cuando todo parecía a favor de una titularidad de Xavi, el ex del Celta fue el elegido por Luis Enrique. Tal y como advirtió al de Terrasa, 'Lucho' no dudó en relegarle a la suplencia.

    El 'efecto Guardiola'

    Esto recuerda, por contexto, a la llegada de Pep Guardiola al Barcelona. De su mano llegaron las salidas de Deco y Ronaldinho. Con Luis Enrique las salidas fueron obligadas (como Valdés o Puyol), pero también más sorprendentes, como las de Cesc o Alexis Sánchez.

    Y, también como Pep, Luis Enrique tiene varias salidas pendientes que se han apartado un año por las circunstancias. Jugadores que se han sentido algo apartados por el afán del nuevo entrenador y que se han quedado finalmente por falta de compradores (Alves) o aceptando un rol secundario, a pesar de su jerarquía (Xavi).

    Con Guardiola, un jugador difícil en el vestuario, Samuel Eto'o, estuvo solo un año. El camerunés estuvo en el alero a la llegada del de Santpedor, pero en la temporada siguiente abandonó Barcelona con destino al Inter de Milán de Jose Mourinho.

    En definitiva, varias similitudes que ratifican las primeras sensaciones, la del fin de un grupo de futbolistas que apuraban el año pasado su paso por el club blaugrana. En el caso de Guardiola, todo ello derivó en una época dorada para los culés. Solo el tiempo dirá si con Luis Enrique pasará lo mismo.