Fútbol

El secreto que se esconde tras el frenesí derrochador del Barça en fichajes

    Bartomeu durante la presentación de Luis Enrique | Reuters


    El FC Barcelona ha acometido esta temporada una profunda remodelación de su plantilla que le ha hecho gastarse una cifra demasiado abultada si se compara con el dispendio de temporadas anteriores. Casi 175 millones invertidos en media docena de futbolistas hablan por si mismos. Más de una voz critica en la Ciudad Condal se ha lanzado a minusvalorar esta nueva política blaugrana, si bien, tras tanto cero acumulado, en verdad se ha escondido algo más que el deseo culé en gestar un equipo competitivo. La FIFA y su veto al conjunto catalán para fichar en próximos periodos de traspaso han propiciado este frenesí derrochador.

    Dicho de otro modo, según fuentes de la directiva culé consultadas por EcoDiario.es, el Barça se temía desde hace ya algún tiempo que el organismo que dirige Blatter ratificara el castigo que le impuso en mayo.

    A saber, no poder incorporar ningún futbolista en las dos próximas ventanas de fichajes. La suspensión cautelar de este castigo no hizo más que dar al Barça un pequeño balón de oxígeno para remodelar la plantilla hasta que FIFA confirmase la sanción.

    Ese día ya ha llegado. El comunicado emitido hoy por esta entidad cierra a los blaugrana cualquier opción de incorporar jugadores desde el 1 de septiembre del presente año, hasta el 1 de enero de 2016.

    De ahí que el Barça haya hecho operaciones impensables hace sólo unos meses, sin esta sanción de por medio. Gastar 20 millones en Mathieu (31 años) o invertir 15 más variables en Ver Maelen (jugador prometedor pero lesionado) son buena prueba de esta necesidad.

    Operaciones en las que habría que incluir la más que posible llegada de Douglas, joven lateral derecho del Sao Paulo brasileño con más futuro que presente. El defensa aterrizaría en el Camp Nou por 15 millones de euros, una cifra que el club no invertiría de no ser por el veto de FIFA.

    A esta incorporación se podría unir alguna más una vez FIFA ha ratificado el castigo. Todo con tal de aprovisionar ahora lo que probablemente no se pueda contratar más adelante. Aunque el precio a pagar sea, en la mayoría de las ocasiones, mucho más elevado que el que fija la lógica del mercado.