Fútbol
Zubizarreta, su gestión y una plantilla repleta de fichajes 'secundarios'
El FC Barcelona está a punto de cerrar la puerta de entrada (que no la de salida) en el presente mercado de fichajes. Así lo confirmó este domingo Andoni Zubizarreta. El director deportivo blaugrana afirmó en la presentación de Vermaelen que podría quedar espacio para una incorporación más. Sin decir su nombre, todos los presentes en la sala de prensa pensaron en Cuadrado, lateral derecho de la Fiorentina y principal objetivo para un puesto con más candidatos. Así pues, a falta de que se cierre (o no) este fichaje, se puede decir que Zubizarreta ya tiene casi todos los deberes hechos en lo que se refiere a los principales movimientos del mercado.
Una tarea en la que el ex portero ha vuelto a generar controversia toda vez que los nombres que se han incorporado al Barça este curso son, por ahora, una incógnita con algunos problemas añadidos, como la lesión del propio Vermalaen (se le ha fichado cuando aún le quedan dos semanas para estar a tope y tras un año de problemas físicos) o la irregular imagen dejada por Bravo en el amistoso frente al Nápoles (cantó en el único gol italiano).
Una plantilla de secundarios
Siendo estas cuestiones importantes, lo cierto es que la mayores críticas sobre Zubizarreta tiene forma de insatisfacción. Con la excepción hecha de Luis Suárez (quien tampoco podrá jugar hasta el mes de octubre), la mayoría de los fichajes que ha hecho el Barça son segundos platos, jugadores que, no figuraban en los primeros puestos de los más deseados por el equipo culé.
Por ejemplo, en el caso del ansiado central, los blaugrana sondearon a Marquinhos, Thiago Silva, Hummels o Miranda entre otros antes de acabar fichando a Mathieu (20 millones por un defensa de 31 años) y Vermaelen (10 millones más unos variables cercanos a los 8 por un jugador lesionado y con dudas sobre su rendimiento futuro), jugadores que ocupaban discretas posiciones en los deseos del club y, por ende, de su afición.
Algo parecido sucedió también en el puesto de mediocampista creativo, donde han llegado Rafinha (repescado) y Rakitic. El croata no era la primera elección culé. Para este puesto gustaba sobre todo Koke y también se sondeó a Vidal. Ninguno de los dos acabó en el Camp Nou. El balcánico llegó después de que fuera imposible la incorporación de las dos primeras alternativas.
A estos nombres hay que unir los de jugadores como Bild (lateral del Ajax), Courtois (portero ahora del Chelea), Kroos (fichaje estrella del Real Madrid) e incluso el propio Cuadrado como jugadores a los que el Barça ha aspirado en algún momento de la temporada y que, finalmente, no han llegado al Camp Nou o no lo harán pese a que el club guarda esperanzas con respecto a algunos de ellos.
Salidas frustradas y frustrantes
A ello hay que unir que la salida de algunos jugadores sigue atascada. Song y Dani Alves son los casos más evidentes. El primero no tiene 'novias' serias conocidas.
La opción del Manchester United se ha escuchado en los últimos días más como una posibilidad deseada por el Barça que como una variable realmente tomada en seria en Old Trafford. Lo normal es que el cuadro culé tenga que 'regalarlo' si es que quiere verlo lejos de la Ciudad Condal.
El caso de Alves resulta más raro todavía. El club tendrá que retenerle más por falta de recambios que por deseos propios. La idea inicial era fichar a un sustituto con el dinero que se sacara por él, pero viendo la falta de ofertas serias por las altas pretensiones de Alves y la incapacidad para fichar a un jugador en el mismo puesto, lo normal es que se mantenga un año más en Barcelona como un mal menor y no como una verdadera petición de Luis Enrique.
Luces en la gestión de Zubi
Siendo todo esto los puntos oscuros en la gestión de Zubizarreta, también hay puntos a su favor, como la celeridad con la que el director deportivo hizo caso a las peticiones de Luis Enrique para la portería (Bravo llegó apenas unas semanas después de que lo solicitara el entrenador) o cómo sí que ha conseguido vender a buen precio a jugadores como Alexis o Cesc Fàbregas.
Sea como fuere, será el tiempo el que dicte sentencia sobre el trabajo de Zubizarreta. Si los resultados salen a favor del Barça y los fichajes cumplen, su gestión quedará como una excelente forma de sacar rendimiento a jugadores de segunda línea. En caso contrario, las críticas lloverán sobre un hombre ya cuestionado en años anteriores por hechos como la no llegada de un central, el fichaje del Tata Martino o la incorporación de Song y Alexis entre otros.