Fútbol
Ancelotti se enfrenta al Real Madrid para cumplir su misión imposible
Carlo Ancelotti ha tenido muchos desafíos como entrenador del Real Madrid. Una serie de problemas de diverso calado a los que ha ido aportando soluciones. Cómo integrar a Bale, recuperar a Di María, un cambio táctico al 4-3-3, disimular el impacto de la lesión de Khedira... Sin embargo, en esta pretemporada se encuentra ante el problema de más difícil solución. Siga el mercado de fichajes de la temporada 2014-2015.
Se trata de una misión casi imposible, pero en la que el entrenador está concentrando todas sus energías a su vuelta al trabajo. Según El Confidencial, Ancelotti desea con todas sus fuerzas la permanencia de Ángel Di María. Ya ha dicho por activa y por pasiva lo fundamental que es el rosarino para el equipo.
Sin embargo, en el Real Madrid (entiendendo por tal la zona noble del Bernabéu, el conjunto de directivos que asesoran y ayudan a Florentino Pérez a tomar las decisiones importantes) ya hay una disposición clara. Hacer caja con el jugador. No se pretende aguantar más conatos de rebeldía y peticiones extra de subidas de sueldo.
En contra de la opinión del jugador, el club cree que sí se le he valorado como se merece, e incluso ya tramitaba una subida de sueldo con su agente (había pendiente una reunión), pero la ambigüedad y la falta de una respuesta contundente a los rumores por su parte, han agotado la paciencia de las altas esferas blancas, decididas a venderle. Contra esto lucha Ancelotti.
La tarea del entrenador es aún más difícil cuando hay un equipo que tiene un interés tan claro como el del PSG. Los franceses están cerca de llevarse al centrocampista por casi 60 millones de euros. Además, parece el destino elegido por el jugador, que ya ha dado calabazas al Manchester United.
En este panorama, Ancelotti tendrá que pelear contra los elementos (incluido su propio club) para frenar un fichaje que da todos los síntomas de ejecutarse próximamente. Necesitará de todas sus dotes de persuasión y autoridad, pero lo cierto es que a día de hoy, la misión del italiano puede calificarse de casi imposible.