Fútbol
Luis Enrique y el mensaje que ha forzado el adiós de Cesc Fàbregas del Barça
Cesc Fàbregas está a un paso de ser historia en el FC Barcelona. Su salida se da por descontada en el club culé. Faltan por concretar los últimos detalles de una venta 'retransmitida' casi en directo.
La filtración de Piqué anunciando que el precio definitivo sería de 33 millones ha sido la guinda a un proceso que, salvo sorpresas, le colocará en el Chelsea de José Mourinho.
El día que se haga oficial la despedida será el último de un proceso que, en verdad, comenzó con los pitos recibidos en los últimos partidos de Liga y que se aceleró con la llegada de Luis Enrique al Camp Nou.
El mensaje que dio a conocer el asturiano en el seno del club acerca de cuál sería su postura con respecto a los pesos pesados del Barça animó a Cesc a hacer las maletas.
Según ha podido saber EcoDiario.es en sus primeros días al frente del banquillo blaugrana, 'Lucho' transmitió a sus nuevos colaboradores que todos y cada uno de sus jugadores partirían de cero. Dicho de otro modo, no daría protección, ni trato especial a ninguno de los pesos pesados que actualmente estaban en la plantilla.
Todos tendrían que ganarse su participación en el equipo. Desde Xavi hasta Messi pasando por Busquets, Piqué, Iniesta o, claro está, Cesc Fàbregas. El de Arenys esperaba que la llegada del nuevo entrenador blaugrana le diera algún tipo de nueva esperanza sobre un mayor grado de confianza del que tuvo en su día con Guardiola, Vilanova o Martino.
Los tres le prometieron un rol clave en el equipo, aunque finalmente con ninguno alcanzó esta posición, quizá porque Messi le taponaba la opción de jugar donde más le gusta, como falso delantero.
Sabedor del mensaje de Luis Enrique, de la postura rígida del nuevo entrenador, Fàbregas empezó a sospechar que el año que viene podría ser para él un nuevo año complicado de suplencias y rotaciones incómodas.
De ahí que decidiera hacer las maletas y acelerar su proceso de despedida del club catalán al igual que, quizá, también tenga que hacerlas un Xavi Hernández que tiene pendiente una charla con el propio Luis Enrique para decidir su futuro.
El preparador le comunicará el mismo mensaje que ha forzado la despedida de Cesc. Dependerá entonces del mediocampista aceptarlo ante el riesgo de poder ser un suplente más o rechazarlo y marcharse lejos de Camp Nou en sus últimos años de carrera.