Los tres tapados del Real Madrid
El Real Madrid desperdició el pasado domingo una oportunidad de oro para tener la Liga en sus manos. El empate a dos ante el Valencia sigue dejando al Atlético como favorito al título y, de paso, reaviva las opciones del Barça de lograr el campeonato.
Un tropiezo en toda regla que se produjo con tres ausencias de ésas que no suelen llamar la atención, pero cuya importancia se termina revelando como clave. Pepe, Modric y Di María no estuvieron en el once blanco y eso se dejó notar mucho.
Tanto, que se puede decir que los tres jugadores merengues se han convertido en las tres piezas claves tapadas de Ancelotti. Sus tres futbolistas de segunda fila sin los que los Cristiano Ronaldo, Bale, Benzema y compañía serían capaces de brillar sobre el terreno de juego.
Especialmente relevante fue frente al Valencia la ausencia de un Pepe que está cumpliendo este curso una de sus mejores temporadas con el Real Madrid. Se podría decir que el luso de origen brasileño está viviendo una segunda juventud después de tres años convulsos de la mano de José Mourinho.
'The Special One' lo elevó a los altares de hombre imprescindible en sus primeras dos campañas y dejó que diera rienda suelta a sus virtudes menos futbolísticas, aquellas que abogaban por el choque y el derroche físico.
Sin embargo, el año pasado todo cambió. El apoyo de Pepe a Casillas acabó condenándolo al ostracismo. De hecho, Pepe no jugó la final de la Copa pese a estar disponible y a que las bajas asolaban la defensa merengue. Carvalho fue el titular aquella noche ante el Atlético.
Pero eso es pasado. Pepe es otro. Ancelotti le ha devuelto la confianza, ha relajado sus excesos y le ha permitido demostrar lo que ya puso en práctica en sus primeros años en el Bernabéu: que es un defensa rápido, de enorme disciplina táctica, genial colocación y potencia a la hora de frenar todo lo que se le ponga por delante.
Contra los ché, Ancelotti le dio descanso y Varane, falto de ritmo, le suplió. El galo naufragó donde Pepe ha brillado toda esta temporada, especialmente en los balones cruzados y las coberturas con Sergio Ramos.
Modric el todoterreno
Mención aparte merece un Luka Modric que ha pasado de ser un mediocampista más, a convertirse en una pieza básica para el técnico italiano. No hay balón que no pase por los pies del croata.
Su pausa y su capacidad para contemporizar el ritmo ha dado al equipo blanco un estilo de posesión que era imposible mantener con Mourinho, empeñado en que su equipo jugase sólo a la contra.
Ancelotti no reniega del contragolpe, pero intenta llegar a ese estilo con la posesión "inteligente", como él mismo la ha bautizado. Un concepto en el que Modric manda y que, como se demostró ante el Valencia, alimenta al Real Madrid a la hora de generar transiciones efectivas. Illarramendi o Isco intentaron ejercer esa función, pero ambos naufragaron.
Pero es que su ausencia también se dejó notar en el ámbito defensivo. Porque, para colmo, el 19 merengue es uno de los mejores 'stoppers' merengue. Su capacidad para robar balones le hace convertirse en un líder en esta estadística.
Un 'ángel' en la media
El tercer hombre de esta terna sí que jugó ante el Valencia. Di María no fue titular, pero tuvo que salir en la segunda parte. Sustituyó a Illarramendi y desde entonces, el Real Madrid fue otro.
Rápido, eléctrico, con tensión y criterio, sus balones fueron el alimento para que Ramos y Cristiano Ronaldo lograsen el empate. Hoy por hoy, el 'Fideo' es uno de los intocables del Real Madrid. Y lo es para sorpresa de muchos.
Nadie creía en Concha Espina que el 22 fuera capaz de cambiar su método caótico como extremo para adaptarse a la medular, donde, con el propio Modric y Xabi Alonso, configuran un trío efectivo en ataque, pero también en defensa. Frente al Bayern de Múnich o ante el Barça, en la final de Copa, Di María dio una lección de disciplina posicional.
Todo un as que se sacó de la manga 'Carletto' y que va camino de convertirse en su revolución más eficaz en lo que llevamos de temporada.
Un cambio, logrado, además, a través de la comprensión y la mano izquierda. Atrás quedan el episodio de rebeldía que protagonizó el futbolista con su famoso 'acomodamiento'.