Fútbol

Los seis errores que cavaron la tumba de Martino como entrenador del Barça

    Martino aplaude a sus jugadores durante el partido de anoche | Reuters


    El Atlético de Madrid venció este miércoles al Barça y lo hizo en un partido en el que fue muy superior al conjunto culé tanto en el aspecto general, esto es, como equipo, como en el individual. Ninguno de los jugadores blaugrana fue mejor que su par rojiblanco. Una superioridad colchonera que también se manifestó en los banquillos. Diego Pablo Simeone dio, anoche, un baño táctico y anímico a su compatriota, Gerardo, el 'Tata', Martino.

    Porque si ayer hubo una víctima de la debacle culé (más allá de un Messi mediocre) ese fue el técnico del Barça. Hoy en la Ciudad Condal las voces en su contra se mulplican y desde el entorno culé más de una fuente autorizada cree que lo sucedido en el Calderón no es más el epitafio del de Rosario. Que aunque se gane la Liga y la Copa, la gestión de esta eliminatoria ha supuesto un revés demasiado duro como para enderezarlo en el futuro.

    El 'Tata' cavó anoche su tumba como entrenador del Barça en el Vicente Calderón. Y lo hizo, además, basándose en un puñado de errores. Estos fueron las seis pifias que sentenciaron al preparador del vigente campeón de Liga.

    1.- Caos táctico

    Martino ya lo dejó entrever en la previa del partido. No le iba a importar jugar con fuego con su equipo frente al Atlético. Y el entrenador, para su desgracia, acabó quemándose. La alineación culé era, supuestamente, la que gustaba a sus jugadores. Colocó a cuatro 'bajitos' (Xavi, Iniesta, Cesc y Messi) para darle más posesión a la pelota.

    Claro que el error de Martino fue usar esta fórmula con un dibujo nuevo. Antes del encuentro probó con Messi en un costado, el derecho, en lugar del centro, algo que a 'La Pulga' no le gustaba demasiado. Y Messi, por momentos, ocupó esa posición, aunque, en verdad, también la ocuparon Cesc o Neymar. Esto es, Martino no impuso un método fijo y empezó a rotar a sus delanteros sin que quedara muy claro cual era la consigna.

    El resultado acabó siendo un galimatías que se hizo más caótico si cabe con los cambios. Cesc e Iniesta dejaron sus posiciones a Pedro y Alexis y entonces, el poco mediocampo culé desapareció en busca de una remontada que, sin el balón, parecía más imposible conforme se acercaba el final del partido.

    2.- Sin reacción ante el rival

    Al Atlético de Madrid y a su técnico le gusta preparar los partidos como si de partidas de ajedrez se tratase, esto es, cuidando los detalles y mimando la estrategia para convertirla en su pieza clave. Y ayer se demostró de nuevo.

    El Atlético de Madrid sorprendió al Barça con una elevadísima presión en su zona de creación y un método viejo y sencillo: mandar balones en largo para que un atacante (Raúl García) peinase la bola y sus delanteros (Villa y Adrián). Un método, a priori, simple, que Martino no supo contrarrestar en ningún momento, ni con los cambios, ni con movimientos tácticos con los titulares ya presentes sobre el campo.

    De hecho, su única idea para frenar estas estrategias rojiblancas fue ordenar a Pinto que los saques desde portería fueran en largo, lo que casi siempre acaba con la bola en pies del Atlético.

    3.- Sin cambios en defensa.

    Martino hizo en todo el partido dos cambios. Quizá tuviera miedo de que el partido llegase a la prórroga y se quedase sin balas con las que buscar la remontada. Sin embargo, y teniendo en cuenta que era él quien debía buscar el empate, se echaron de menos más cambios.

    Cambios que, en ningún caso afectaron a la defensa, una línea que ayer se mostró más insegura que nunca, especialmente en la figura de Alves y Mascherano. Ambos estuvieron especialmente errados en sus tareas destructivas, pero Martino no movió nada para evitar la sangría que provocaron. Y eso que, en el banquillo, tenía alternativas para intentarlo, como la presencia de Montoya o de Adriano, por ejemplo.

    4.- Sentar a Iniesta...

    La otra gran crítica que se hace hoy a Martino desde la Ciudad Condal es la que afecta al cambio de Iniesta. Un cambio que no gustó demasiado al propio manchego y que sorprendió a la mayoría de la parroquia culé. El 8 abandonó el campo para dar entrada a Pedro.

    Desde ese momento, el Barça sólo tenía dos medios puros, Xavi y Busquets, y se quedó con cuatro delanteros (Messi, Neymar, Pedro y Alexis). Teniendo en cuenta que Iniesta ya protagonizó acciones épicas en el pasado y que la posesión ha sido siempre el arma culé, su marcha del terreno de juego no fue de las mejores decisiones del argentino.

    5.- ... y mantener a Messi

    Sí, es verdad que para cambiar a Messi en todos unos cuartos de final de la Champions es una decisión que requiere de mucha valentía, pero no menos cierto es que el rendimiento de Leo rozó anoche la mediocridad. Y pese a ello, Martino le mantuvo sobre el terreno de juego, algo que hizo que, por momentos, pareciera que el Barça jugase con 10 jugadores y no con 11.

    6.- Sus explicaciones en sala de prensa.

    Terminado el partido, Martino tuvo todavía tiempo para cometer algún error más que certificase que definitivamente la de ayer no era su noche. El técnico argentino salió en sala de prensa con un tono poco crítico y demasiado condescendiente con alguno de sus jugadores. Por ejemplo, con el propio Messi, del que dijo que "nos beneficiaba que no participase mucho en el juego", una respuesta que no ha gustado en Barcelona y que nadie entiende muy bien a qué se refería.