Fútbol

El día que el mediocampo del Real Madrid se hizo mejor que el del Barça

    Xabi Alonso y su retorno, clave en el renacer del Real Madrid | EFE


    El Real Madrid camina viento en popa a toda vela. Es un equipo casi, casi incontestable. Salvo excepciones contadas (como la relajación copera en Xátiva) el equipo de Carlo Ancelotti empieza a parecerse al que quería ser a principio de temporada, cuando el técnico no terminaba de encontrar con la tecla que le diera a los blancos el ritmo de fútbol y juego qué el deseaba y por el que le contrataron. Ahora todo es más fácil. Ya no hay lamentos, sólo alabanzas.

    Los motivos de semejante recuperación tienen muchos motivos. Desde la recuperación de hombres como Benzema a Bale, pasando por la apuesta decidida por dos sistemas como seña de identidad o el retorno de Xabi Alonso. Todo suma, claro, pero en realidad, la mejoría blanca se puede resumir en un titular.

    Su centro del campo se ha convertido en una máquina perfecta de hacer fútbol. Tanto, que incluso se podría decir que ha conseguido lo que hace sólo unos meses parecía imposible. Hoy por hoy el centro la medular blanca es, por varios motivos, mejor que la del FC Barcelona.

    Lo es en cuanto a momento de forma de sus titulares, fondo de armario y forma física. Lo es en cuanto a ambición e incluso en determinados aspectos estadísticos. Lo es incluso en cuanto a concepción y claridad de ideas. La gran duda está en saber si semejante momento de gloria le durará mucho tiempo y cuánto tardarán los culés en volver a ser los que eran, si es que vuelven, aunque eso es harina de otro costal.

    Una medular brillante...

    Vayamos a la primera y más fácil comparativa, la de los titulares del Real Madrid contra los del Barça. Desde que Khedira se lesionó con Alemania, Ancelotti ha apostado con toda claridad por un 4-2-3-1 en el que Xabi, Modric e Isco conforman un triángulo de calidad como hacía tiempo que no tenía el Real Madrid. Los tres se encuentran en un gran momento de forma.

    En el caso del primero, de Alonso, el tolosarra está más que fresco después de haber estado casi cinco meses fuera de los terrenos de juego.

    Paradójicamente sus dos lesiones (una en el pubis, otra en quintometatarsiano de su pie derecho) le han servido para coger el oxígeno que venía reclamando desde hace años con sus comparecencias constantes con 'La Roja'. Su llegada al once ha servido para que el Real Madrid despegue. De hecho, la racha merengue coincide con su entrada en el once. Más claro, agua.

    En el caso de Modric, su juego tuvo un momento de bajón cuando Ancelotti dudaba de qué jugadores debían formar la medular blanca. Con Illarramendi o Khedira le costaba encajar. Demasiado cambio de compañero o posición. Sin embargo, en los últimos partidos el italiano lo ha colocado al lado de Xabi ambos disfrutan con la presencia del otro.

    Al croata se le nota suelto y creativo, capaz de dejarse la piel en defensa (ha recuperado ya 98 balones en 20 partidos jugados entre Liga, Champions y Copa) y de hacer maravillas como el golazo que anotó ayer en Dinamarca. Isco, por su parte, también ha vuelto para convertirse en el faro blanco.

    Su bajón fue más pronunciado que el de Modric y en su caso (aunque él lo niegue) fue su responsabilidad y no la del equipo. Las charlas de Zidane, una suerte de minipretemporada y un rol más definido (juega donde le gusta, de mediapunta) le ha permitido ser de nuevo el jugador clave de antaño, un canalizador de juego que, para colmo, asiste y golea.

    ...y otra agotada

    En el caso del Barça, el mediocampo culé no pasa por su mejor momento de forma. Lo hace, en parte, por sus problemas físicos. Dos jugadores, Xavi e Iniesta, son el más claro ejemplo.

    Destrozados por su ritmo elevado de partidos (ambos jugaron la Confederaciones y apenas tuvieron vacaciones), han sido cambiados en los dos últimos partidos de Liga y Champions de los cués. Sus problemas físicos son frecuentes y eso lo sabe un Tata Martino que necesita darles descanso, aunque no puede por la falta de recambios.

    A ellos se les unen Busquets y Cesc. El primero había sido hasta la fecha también referencia culé, pero también empieza a acumular problemas físicos que le hacen sentirse menos relevante que en tiempos anteriores.

    Cesc, por su parte, es, de los cuatro, el hombre más entonado. Lleva 20 partidos jugados y ha conseguido siete goles. Sin embargo, la lesión de Messi le ha alejado del mediocampo, lo que le convierte en un (falso) delantero sin tanta capacidad de mando en la medular, en la que estaba predestinado a ser el sustituto ideal de Xavi.

    Profundidad de banquillo

    A estas sensaciones hay que unir otros aspectos. Uno de ellos es el que habla de la profundidad de banquillo, escasa en el Barça, bastante más amplia en el Real Madrid. Y es que, en el caso de los culés, los teóricos suplente son más que secundarios.

    Alex Song y Sergi Roberto apenas aportan lo que los titulares, y eso que estos no rozan su mejor momento. El camerunés sigue sin dar muestras de ser un verdadero y seguro recambio de Busquets.

    De hecho, Martino apenas lo ha alineado en lugar del canterano y, como mucho, se atreve a colocarlo junto a él para dibujar un infrecuente doble pivote por delante de la defensa. Sergi Roberto tampoco está teniendo minutos. En su caso tiene más que ver con la confianza que le pone Martino, escasa pese a estar llamado a ser el sustituto de Thiago Alcántara.

    La lesión de Jonathan do Santos tampoco ha ayudado demasiado a que el Barça tenga estabilidad en esta zona. Hoy por hoy, sólo cuenta con seis hombres para esta zona de los que, realmente, sólo cuatro cuentan como posibles titulares: Cesc, Xavi, Iniesta y Busquets.

    En el caso del Real Madrid, sin embargo, la sensación es otra. Aunque Khedira se ha lesionado, el conjunto blanco tiene recursos suficientes para seguir adelante incluso con mejores resultados.

    A los ya citados Xabi Alonso, Isco y Modric hay que unir Illarramendi, Casemiro, Di María e incluso Jesé. Estos dos últimos tienen un perfil más ofensivo, pero Casemiro los está usando como mediapuntas y el resultado, por ahora, no le está saliendo del todo mal. En el caso de Illarra y Casemiro, su participación está siendo más elevada y efectiva que las de los antes citados Song y Sergio Roberto en el Barça.

    Datos y argumentos que dan esperanza al Real Madrid y sus aficionados para poder cerrar la temporada con buenos resultados. Todo lo contrario que sucede con el Barça, preocupado por el devenir de su futuro y de unos jugadores agotados ya a mitad de curso.