Fútbol
Los cuatro problemas y cuatro soluciones para que el Barça salga de la crisis
Los dos últimos tropiezos del Barça frente a Ajax y Athletic de Bilbao han terminado de disparar las alarmas en el Camp Nou después de que el equipo culé comenzara el curso de manera dubitativa.
Ya por aquel entonces, el conjunto del Tata Martino sufrió fuertes críticas por su estilo de juego. Al entrenador argentino no le gustaron. "Habrá que buscar la crisis de la semana", dijo a modo de ironía ácida que los periodistas de la sala de prensa no encajaron muy bien. Sabían que el Barça no estaba bien. Pero los de siempre salvaban al cuadro culé. Y cuando los de siempre faltaron, el Barça empezó a hacer aguas.
Los de siempre se convirtieron en el arranque de termporada en dos jugadores. Uno, clave como en toda su carrera. Leo Messi resolvía los partidos con una facilidad increíble. El otro, Valdés, creció hasta convertirse en el mejor portero de la Liga con actuaciones soberbias que incluso pusieron en duda si Casillas debía recuperar el trono de La Roja.
Dos ausencias, las de Messi y las de Valdés, que se unen a otras dos bajas que están haciendo más daño del esperado. Jordi Alba y Dani Alves siguen tocados y sin ellos en el terreno de juego, el rendimiento baja sobre manera. Ellos, sus ausencias son, en realidad, los cuatro problemas capitales del Barça.
Los cuatro problemas
"Quizá con Messi este partido se habría ganado", repetían en la expedición blaugrana tras caer contra el Athletic. No les faltaba razón. Porque si el Barça no tuvo demasiadas ocasiones, sí que es cierto que eran de esas que Messi solía enchufar y claro, jugarle al Barça con un gol en contra es más que difícil. Remontarle parece imposible.
Desde que la Pulga está lesionado, sucede que el cansancio en la plantilla se redobla porque Martino empieza a tener la inercia de colocar a Cesc en el puesto de falso nueve, lo que hace que no pueda jugar habitualmente en el medio. Ahí, Xavi e Iniesta atraviesan un mal momento de forma. Ya de por sí cansados, no tienen ritmo para aguantar el sobre esfuerzo y eso genera que los rivales superen a los culés a base de presión y garra, algo que antes no sucedía.
La ausencia de Alves y Alba ayuda a esta sensación porque los dos, más que defensas, son mediocampistas al uso. Con su capacidad para subir la banda y hacerlo, generalmente con criterio, se provoca una situación de superioridad en la medular culé que no sucede con Montoya y Adriano. El primero, aunque tendente a subir, tiene tendencia a dejar espacios a la espalda. Adriano sube y repliega bien, pero pierde demasiados balones en la medular.
Para colmo, la ausencia de Valdés también genera desconcierto, no porque Pinto no esté parando bien (frente al Athletic evitó la goleada), sino porque el de Hospitalet tiene capacidad para jugar con los pies y hacer que la zaga adelante metros para, así, achicar mejor los espacios ante la presión contraria.
Y las cuatro soluciones
A estos problemas, obvio, las soluciones pasan por la recuperación de sus protagonistas, sobre todo la de un Messi que empieza a ser imprescindible ante la carencia de goleadores puros en la plantilla.
Pero a esta 'solución', se le pueden añadir tres. Una habla de Bartra. El defensa central se había convertido en una garantía para una zaga que contra Athletic y Ajax careció de la mejor cualidad del canterano: colocación. Su facilidad para sacar el balón jugado es otra cualidad que empieza a perderse en un conjunto que necesita sí o sí hacer transiciones desde atrás sin recurrir al pelotazo.
También empieza a ser un clamor la presencia de Tello en el equipo. El canterano siempre ha cumplido, pero como sucede con Bartra, Martino no cuenta con él. Su presencia en el campo podría permitir a Neymar o Alexis ocupar el puesto de nueve y a Cesc bajar de nuevo a la madular para oxigenar a Xavi e Iniesta, ambos necesitados de descanso.
En último lugar, la cuarta solución, apunta al mercado invernal. Aunque desde el Barça no se habla de nuevas incorporaciones, lo cierto es que la necesidad de traer sangre fresca goleadora y en la medular (si es que no se insiste en el tema del central) podrían obligar a los culés a recurrir a los fichajes para potenciar una plantilla hoy por hoy corta y, sobre todo, perdida en su extraña crisis de identidad.