Fútbol

La tensa relación de Guardiola con los jugadores del Bayern: topos, secretismo y órdenes

    Guardiola en el vestuario del Bayern Munich. <i>EFE</i>


    Guardiola busca al topo. Así ha hablado el entrenador del Bayern después de que uno de sus jugadores filtrara la táctica de su entrenador antes de medirse al Borussia Dortmund en el gran clásico de la Bundesliga que finalmente acabó ganando el Bayern por 0-3.

    Un día antes de que que tuviera lugar el partido, el diario Bild señaló la táctica con la que iba a jugar el equipo de Guardiola en el Signal Iduna Park Cambios. Acertó la alineación completa, y no es la primera vez, y detalló las propuestas con las que el Bayern iba a buscar la victoria en Dortmund. Balones en largo y hacer cambios de orientación rápidos de juego para escapar de la presión local.

    "Me da igual quién sea el topo, lo voy a echar", aseguró Guardiola añadiendo que "van a rodar cabezas" y que el jugador que esté filtrando las informaciones "no va a volver a jugar conmigo".

    El roce de Guardiola con sus jugadores no es el primero que se produce en Munich. El técnico catalán, muy preocupado de mantener la intimidad en el vestuario alemán, ya ha tenido varios roces con sus jugadores tanto por motivos deportivos como extradeportivos. La búsqueda del topo ha sido el último roce con un vestuario lleno de estrellas pero no la única.

    Ribery: Un esquema "raro"

    Pese a que el equipo parece haber encontrado la senda del triunfo y el buen juego, los comienzos no fueron sencillos para Guardiola. Uno de los estandartes del equipo alemán, Frank Ribery, aseguró que el sistema que Guardiola quería instaurar en el Bayern era "raro", máxime cuando el equipo venía de lograr el triplete la temporada pasada.

    El francés alternaba posiciones y aseguraba que el equipo no terminaba de coger el sistema. Ribery señaló que "el 4-1-4-1 es raro. Es nuevo, completamente distinto" y señaló que había que "aprender y entrenar mucho antes de dominarlo perfectamente".

    Los jugadores se ven fuera de sitio

    La derrota del Bayern en la Supercopa alemana ante el Borussia Dortmund levantó las primeras voces generalizadas en contra de Guardiola. Se criticó el fichaje de Thiago Alcantara del que se dijo que era un favor a Pere Guardiola, hermano del entrenador, también la imagen nerviosa del entrenador y finalmente los cambios de posición de los jugadores. No gustaba el equipo.

    Sus propios jugadores levantaron la alarma al criticar el sistema del exentrenador del Barça. Pizarro señaló que nunca conoció a nadie que "cambiara tantas cosas", Robben le aconsejó "no hacer el fútbol más complicado de lo que ya es" y Müller aseguró que "todo el mundo ocupaba una posición distinta a la habitual".

    El presidente del Consejo Directivo del Bayern Múnich, Karheinz Rummenigge, tuvo que salir a proteger al técnico "El Bayern tiene que manejar la presión que ha aumentado", aseguró.

    Amigo de los jugadores pero...

    Guardiola quiso dejar clara su autoridad desde el primer momento en el vestuario del Bayern. En una entrevista en la página web del equipo, Pep aseguró que "soy muy amigo de mis jugadores si obedecen lo que digo", y les reclamó compromiso. "Si no, tendremos problemas", señaló.

    El técnico fue más allá y en la misma entrevista dijo que "apoyo a quien asume mis decisiones, pero quien no lo quiera entender se quedará en la grada muchas veces". Los jugadores quedaron avisados.

    Robben y el penalti de la discordia

    Robben, un jugador que ya ha mostrado su carácter en otras ocasiones, ya ha tenido su enganchón con Pep Guardiola. El técnico del Bayern tuvo que defenderse asegurando que no era "ningún dictador" después de que no permitiera a Robben lanzar un penalti en la Bundesliga.

    Días después, fue Robben el que se negó a lanzar una pena máxima en Champions recordando que le fue negada esa posibilidad días antes. Jugadores y entrenador trataron de resolver la discordia en rueda de prensa pero el holandés dejó patente su disgusto. "El asunto ha terminado. No hay que darle más vueltas", señaló.

    Secretismo absoluto

    El técnico quiere tener un control absoluto de todo lo que ocurre alrededor de su equipo. El Bayern ha sido un equipo que tradicionalmente ha realizado los entrenamientos abiertos al público pero la llegada de Guardiola ha cambiado esa tradición, algo que no ha sentado muy bien en Munich.

    La ciudad deportiva no está preparada para este secretismo que pide Guardiola, y el técnico habría pedido al club instalar una lona gigante alrededor de estos campos de entrenamiento para que nadie pueda ver lo que sucede dentro.

    Unas maneras que vienen de Barcelona

    Se trata de la última 'manía' de un técnico extremadamente celoso de la intimidad del equipo y muy metódico en su manera de trabajar. Ya en Barcelona el técnico mostró estos hábitos que no gustaban a muchos de sus jugadores pero con los que el Barcelona consiguió los mayores éxitos en la historia del club.

    El propio Guardiola llamaba a sus futbolistas a casa a horas intempestivas para comprobar si estaban descansado con la consiguiente multa para el que no estuviera en su domicilio.

    Aquello fue sólo el principio de cuatro años agotadores y que terminó con su salida del Barça para buscar el éxito en el Bayern. Un equipo diferente pero con un técnico, Guardiola, que poco ha cambiado.