Fútbol
Guinea-España, amistoso 'gratis' a favor de una dictadura por el control del petróleo
La selección española de fútbol se medirá este sábado a Guinea Ecuatorial en Malabo, la capital de esta antigua colonia española. El partido, de carácter amistoso, ha trascendido más allá de lo deportivo para adquirir una dimensión política que empieza a salpicar a los internacionales del equipo nacional e incluso al Gobierno de España.
Este partido, en realidad, nunca se tuvo que jugar. Se organizó a toda velocidad después de que a la Federación Española de Fútbol (RFEF) le fallaran las citas iniciales que tenía previsto jugar para preparar el Mundial de Brasil y, de paso, hacer caja.
La entidad que dirige Ángel María Villar recibió un buen puñado de ofertas y finalmente se aceptaron dos que llevarían a España al continente africano. Uno de estos amistosos se jugaría en Johanesburgo, la ciudad donde el 11 de julio de 2010, la 'Roja' ganó su primer mundial. Será como una suerte de homenaje a aquella gesta. Sudáfrica será el rival.
Antes, el próximo sábado, España hará escala en Guinea y lo hará, de manera sorprendente, a coste cero. Es decir, que España no recibirá ni un sólo euro de este país o su federación de fútbol por disputar un encuentro que, habitualmente, suele tener un coste cercano a los tres millones de euros. La RFEF sólo percibirá los ingresos por los derechos de televisión, cantidad inferior a la que habitualmente recibe.
Así lo ha confirmado el propio presidente de Guinea, el dictador Teodor Obiang, en un comunicado en el que agradece el 'gesto' a la selección. "Es de agradecer que los campeones del mundo hayan aceptado jugar sin ninguna compensación económica gracias a las excelentes relaciones culturales de amistad y cooperación que unen a España con nuestro país".
¿Por qué ha aceptado España jugar un amistoso frente a Guinea sin recibir compensación alguna? La respuesta la da este miércoles el diario As.
Afirma el rotativo madrileño que la RFEF acabó tragando ante las presiones del Gobierno española, que pretende establecer lazos de afecto con Guinea, un país en la que reina una dictadura militar, para recibir a cambio ciertas posiciones de privilegio en el negocio del petróleo, materia prima de la que el país goza en cantidades abundantes.
Los jugadores no quieren fotos
El viaje, sin embargo, tendrá algunas taras. No todo será tan fácil como se podía prever en un primer momento. Los futbolistas ya han empezado a mostrar su malestar y han comunicado a la RFEF que no se harán ninguna foto con Obiang, al contrario de lo que ha sucedido en actos anteriores, cuando han visitado a presidentes de otros países como forma de cortés agradecimiento por acoger al combinado nacional.
Cuenta As que los futbolistas (con Del Bosque incluido) harán sus funciones mínimas como profesionales. Esto es: del hotel al campo de entrenamiento y del campo de entrenamiento al hotel.
Luego, jugar el partido y poco más. Puede que haya presiones, pero sus colaboradores han rogado a los jugadores que eviten cualquier acto oficial por el riesgo que podría suponer para su imagen mundial el aparecer junto a Obiang.
El dictador cuenta con varias denuncias de Amnistía Internacional por violación de los derechos humanos y aunque Guinea es uno de los países más ricos del mundo y el más rico de África, más de dos tercios de su población viven con menos de dos dólares al día.
La visita de España a Guinea ya ha valido un buen puñado de críticas de organizaciones políticas y asociaciones pro-derechos humanos en nuestro país, con cartas remitidas a la RFEF para pedir que se cancele el amistoso por sus connotaciones de apoyo a un régimen no democrático.