Fútbol
Khedira atasca al Real Madrid en la creación de juego y naufraga en defensa
El Real Madrid busca soluciones a una crisis, la de su estilo de juego, que empieza a provocar que algunos jugadores acaben señalados en medio del caos táctico en el que se mueve el cuadro merengue.
Cinco ya quedaron en evidencia en el derbi frente al Atlético de Madrid. Y de ellos, uno volvió a repetir actuación endeble frente al Copenhague en Champions y en Liga contra el Levante. Sami Khedira comienza a ser un problema para la salida de balón blanco.
Ante la ausencia de Xabi Alonso, Carlo Ancelotti ha decidido dar al germano la manija del equipo blanco y lo ha hecho en los dos sistemas que ha probado con más insistencia: el 4-4-2 y el 4-4-3. En ambos sistemas Khedira se sitúa justo por delante de los centrales para ser él quien, supuestamente, se ocupe de generar el fútbol blanco.
Sin embargo, su incapacidad para mover el esférico con criterio y su facilidad para perder la bola lo convierten más en un enemigo que en un aliado blanco.
El primer gol del Levante el sábado pasado fue buen ejemplo de ello. Fue Khedira el encargado de perder el esférico en zona de tres cuartos de cancha. Con el alemán lejos de su posición, no fue complicado que los levantinistas armaran el contragolpe y provocaran el 1-0 de Baba.
En ese segundo tiempo se pudo ver en ocasiones como los centrales blancos los buscaban para mover el esférico y como él, aunque en ocasiones tenía salidas fáciles, terminaba complicándose ante la presión rival o el corte de alternativas en el pase. Lo que generaba pérdidas del balón que el Levante sabía aprovechar para generar peligro a Diego López.
Khedira, más que dar movimiento y ritmo al equipo merengue, se ha convertido en un tapón para la creación de fútbol blanco. Tapón que, por cierto, los entrenadores rivales saben potenciar con relativa facilidad.
Lo confesó el propio Caparrós, técnico granota, tras el partido cuando dijo que su equipo había trabajado la presión sobre Modric e Isco para que fuera él, Khedira, el encargado de sacar la bola de la cueva.
Algo parecido hizo el Cholo Simeone precisamente siete días antes, cuando sus jugadores no taparon en ningún momento al alemán. Así, se dio la paradoja de ver como en ocasiones Khedira era el mejor atacante blanco y el más efectivo defensor atlético.
Sin creatividad, sus internadas en campo rival no generaban peligro. Sólo en una ocasión logró su objetivo. El remate de Morata en área pequeña tras una espectacular semi chilena llegó tras un centro del germano.
Entre medias, en el duelo frente al Copenhague, Khedira gozó del respiro que le dieron los daneses, débiles tácticamente hablando. Khedira siguió jugando por delante de los centrales, lo tuvo más fácil porque en esta ocasión Illarramendi y Modric no tenían rivales que los bloquearan. El alemán sólo tenía que recoger el esférico y dárselo a sus compañeros para que ellos hicieran el resto.
¿Y defensivamente hablando? Muchos son los que defienden que la presencia de Khedira es clave por el equilibrio defensivo que aporta al equipo blanco. Pues bien, en este apartado también suspende. Hoy el diario Marca revela que Modric e Illarramendi roban más que él. Modric se hace con un esférico cada 16'29'', Illarramendi, cada 15'43'' y Khedira, uno cada 16'48''.
Ante este panorama, son muchas las voces que piden que Illarramendi ocupe su puesto o que el 'defenestrado' Casemiro se gane la oportunidad de ser el elegido para esta posición a la espera de que Xabi Alonso se recupere y juegue en una demarcación hecha a su medida.