Fútbol

Las cinco razones por las que el Barça recuperó su esencia brillante ante la Real

    Iniesta, Neymar y Messi celebran el gol del brasileño | Reuters


    El debate sobre el estilo de fútbol del Barça sólo se podía cerrar de una forma. Volviendo a brillar como antaño. Así fue como ayer el equipo de Gerardo, Tata, Martino goleó anoche a la Real Sociedad, recordando a la mejor versión del Barça de Guardiola y de Tito Vilanova.

    ¿Pero por qué se jugó así anoche y no en duelos anteriores? ¿Cuáles fueron las claves de esta mutación que devolvió al Camp Nou la alegría de otras noches de gloria?

    Un puñado de cambios explican los motivos por los que este Barça volvió a su senda triunfal.

    1.- Posesión aplastante... y útil

    El primero factor clave, aciertan, es el que se refiere a la posesión. El Barça tuvo ayer más la pelota que su rival. Pero mucho más. El duelo acabó con un 70-30 a favor de los culés, frente al 52-48 que se reflejó en el último partido frente al Rayo Vallecano.

    Para colmo, los de Martino no sólo controlaron el esférico, sino que lo movieron en la zona donde más duele (tres cuartos de cancha) y lo hicieron con velocidad y criterio, lo que facilitó que se encontraran espacios en la zaga txuri-urdin.

    Allá donde antes no existían desmarques al espacio, frente a la Real, los hubo. Allá donde antes se producían conducciones prolongadas del esférico, ayer se transformaron en triangulaciones a velocidad de vértigo. El Barça volvía a funcionar con un añadido: la presión también se ejerció en la zona de creación de la Real, al igual que sucedía con el Barça de la era Guardiola. Las recuperaciones cerca de la zona de la portería de Bravo facilitaron que las transiciones fueran más vertiginosas si cabe.

    2.- El dúo Xavi - Iniesta

    El tridente del centro del campo culé fue, anoche, el formado por Busquets, Xavi e Iniesta. La presencia de estos últimos en el once facilitó la recuperación del estilo y la posesión. Ambos se necesitan.

    El primero, Xavi, necesita a Iniesta, primero, por lógica. Su fútbol siempre ha sido combinativo. Su mejor versión siempre ha emergido cuando se ha rodeado de futbolistas que, como él, jugaban a tener la pelota y moverla con agilidad hasta perforar la defensa contraria. Aunque Cesc tiene ese corte, el estilo vertical del de Arenys invita a que se pierda la pausa que, por el contrario, sí que aporta Iniesta.

    Iniesta, por su parte, también necesita de Xavi porque es con él con quien mejor se entiende para mover la pelota en corto y en largo. Mientras él, Iniesta, atrae rivales, el otro, Xavi, descarga con balones profundos. Y cuando es Xavi quien está rodeado, el desborde de Iniesta facilita la velocidad en la conducción.

    3.- El jefecito borra los pelotazos

    Frente al Rayo Vallecano o el Sevilla se pudo ver a un Barça demasiado vertical, insistente en el desplazamiento en largo desde la defensa a través de sus centrales.

    En ambos llamó la atención como fue Piqué el encargado de sacar en muchas ocasiones la pelota jugada con estos esféricos que trataban de buscar la espalda de las defensas rivales, aunque, en realidad, las jugadas se convertían por momentos en balones rifados que controlaba el otro equipo con facilidad.

    Frente a la Real Sociedad (y durante los 35 minutos que pudo estar sobre el césped), fue Mascherano el nuevo encargado de sacar jugada la pelota desde la defensa y su estilo fue, casi siempre, el de rasear la bola. Los primeros tres goles culés y el mejor momento de forma blaugrana llegaron con Mascherano en el campo. No es casualidad.

    4.- Un Neymar combinativo

    Neymar ayer se estrenó como goleador en Liga, aunque no fue éste su aspecto más destacado en el duelo contra la Real. Llamó mucho la atención su mejorada capacidad para encontrarse con sus compañeros.

    Si en duelos como el del Sevilla o Ajax, el brasileño se empeñaba en conducir demasiado el esférico (ralentizando el ritmo culé), ayer fue más eléctrico de lo habitual al mover la bola, lo que facilitó que se crearan más ocasiones que, casualmente, salían de sus botas en forma de pase o tiros a puerta. La mejoría del ex del Santos es evidente.

    5.- El campo y el rival

    La última referencia del Barça, la que más debate había generado, fue la del partido frente al Rayo Vallecano.

    El Barça decidió jugar a la contra y controlar menos el esférico en un campo pequeño contra un rival que sabía taparle los espacios teniendo el control del partido. La mutación culé fue, según su técnico y jugadores, el mejor método posible para tomar Vallecas.

    Sin embargo, el Camp Nou y la Real Sociedad no invitaban al mismo estilo. Con un campo más amplio, al Barça le resultó más fácil encontrar espacios. Para colmo, los txuri-urdin apenas apretaron y defendieron demasiado en estático, sin deseo de recuperar el esférico o retenerlo, lo que multiplicó, más si cabe, las opciones blaugrana.