El Real Madrid quiso vender a Khedira y no a Özil, pero no tuvo tiempo
El mercado de fichajes suele moverse de manera caprichosa y acelerada cuando se acercan las últimas horas para que se cierre el plazo en el que contratar o vender futbolistas. Que se lo pregunten al Real Madrid. Los últimos dos días del mercado se convirtieron en un torbellino de movimientos para el club del Santiago Bernabéu.
Además de la llegada de Gareth Bale, hasta cuatro movimientos centraron la atención del conjunto merengue. La venta de Coentrao y el fichaje de Siquiera fueron dos de ellos. Los otros dos y más importantes apuntaron al hasta ahora duo germano del Paseo de la Castellana.
Mesut Özil y Sami Khedira centraron todas las miradas cuando sólo faltaban 24 horas para que se las doce campanadas señalaran el fin del periodo estival de contrataciones.
Al final, el primero, Özil, acabó dejando el club para poner rumbo al Arsenal mientras que el segundo, Khedira, se terminó quedando en la capital pese a que a las puertas del Real Madrid llamó el Manchester United con 40 millones de euros bajo el brazo.
Sin embargo, el panorama pudo ser muy distinto si la oferta de los 'red devils' se hubiera producido uno o dos días antes. En el Real Madrid reconocen que, en tal caso, habría sido Khedira y no Özil el futbolista que habría dejado la capital de España rumbo a la Premier League.
El problema es que el Real Madrid apenas tuvo tiempo para maniobrar. La oferta del United por Khedira llegó a primera hora de la tarde, lo que dejaba al Real Madrid sin plazo para buscar un refuerzo rápido que cubriera el hueco que el germano-tunecino dejaría en la plantilla blanca.
Porque cuando los ingleses pusieron sobre la mesa la oferta en cuestión, el Real Madrid llamó a Ancelotti para consultarle su postura al respecto. El italiano respondió a los dirigentes blancos que Khedira era un hombre importante, entre otras cosas, porque las lesiones de Illarramendi y Xabi Alonso le dejaban con sólo dos pivotes en la plantilla: el propio Khedira y Casemiro.
Es decir, que la salida del internacional alemán pasaba por encontrar un sustituto de garantías que no dejara vendido el puesto de mediocentro defensivo. Ése fue el problema.
El ejemplo de Essien
Con sólo unas horas de margen, el club no encontró nada en el mercado que satisficiera sus deseos para suplir a Sami, al contrario de lo que sí sucedió el curso pasado cuando el Anzhi ruso llamó también a última hora a Concha Espina para fichar a Lass Diarra. En aquella ocasión, José Mourinho movió sus hilos para solicitar al Chelsea la cesión de Essien. Los 'blues' respondieron favorablemente y el club dio luz verde a la salida del francés.
Si este verano el Real Madrid hubiera encontrado una fórmula similar a la del ghanés, Khedira habría salida del club y los blancos habrían frenado la salida de Özil.
Dicho de otra forma, desde el Bernabéu se asegura que si todo esto hubiera sucedido sólo dos días antes, hoy Özil seguiría siendo futbolista blanco, por mucha presión que hubiera hecho el padre del jugador (ansioso por cobrar los 10 millones de euros de comisión que le ofrecía el Arsenal) o el propio Özil, no muy satisfecho con las últimas decisiones de Ancelotti en torno a su posición e importancia dentro del equipo.
Y es que, comentan desde la capital, nadie puede escapar a pensar que, en igualdad de condiciones económicas, merece más la pena poner en el mercado a Khedira, un gran jugador con posible recambio dentro y fuera de la plantilla, que a Özil, crack mundial que en las últimas tres temporadas ha dado más pases de gol que Iniesta y Xavi juntos, por poner sólo un ejemplo de sus habilidades.