El Barça rescinde el contrato de Kiko Femenía, el gran fiasco de cantera de Guardiola
El FC Barcelona comunicó oficialmente este lunes que el canterano Kiko Femenía dejaba de ser jugador de su filial. Femenía, fichado por expreso deseo de Guardiola en 2011, llegó al Barça procedente del Hércules de Primera División.
La entidad blaugrana pagó 2 millones de euros por su incorporación y lo hizo pensando que en una temporada podría estar jugando en el primer equipo. Las previsiones fallaron y lo hicieron de la peor manera posible.
Femenía no sólo no logró brillar con el Barça, sino que apenas ha gozado de continuidad en el Barça B. Su salida pone punto y final al gran fiasco de Guardiola en lo que la gestión de la cantera se refiere.
Con él empezaba una suerte de plan para ahorrar dinero en futuros fichajes. La estrategia de Pep era simple: comprar hombres con proyección de otros equipos para que se forjaran en el segundo equipo y dieran el salto a la plantilla de los mayores después de adaptarse al estilo de juego culé. Así, ellos ganaban una transición tranquila y el club se ahorraba los millones de euros que estimaba que costarían tiempo después.
Kiko sería el primero. José Enrique pudo ser el segundo. Sin embargo, el lateral izquierdo entonces en el Sporting de Gijón decidió irse finalmente a la Roma. Fue entonces cuando este plan empezó a diluirse hasta desaparecer del todo. Femenía fue su primer y último representante.
Aunque el club sigue fichando jugadores para su filial por altas cantidades (Denis es el último ejemplo), éstos llegan sin que apenas hayan tenido experiencia en Primera División y con proyección al largo plazo.
Desde entonces, el chaval no supo adaptarse a la entidad. Jugó de inicio en el Gamper de 2011 pero fue su única aparición estelar en el conjunto que entonces dirigía Pep. Cuando retornó al filial empezó a retrasar su posición del extremo derecho al lateral derecho.
Sin apenas confianza por parte de Eusebio y olvidado por Guardiola primero y Tito después, el chaval ha ido convirtiéndose en un paria del filial culé hasta que ha llegado el momento de irse.
Con 22 años a sus espaldas, Kiko tratará de hallar su hueco en Primera División o en el extranjero. Lo que queda claro, en todo caso, es que el sueño del Barça ya no se hará realidad.