Fútbol
Villa y las claves de un fichaje por el Atlético que es una cesión encubierta
David Villa se ha convertido en uno de los pelotazos de este verano. El delantero asturiano del Barça ya es nuevo jugador del Atlético de Madrid. Y lo es por una cantidad que dista mucho de las grandes cifras que se manejan en el fútbol español.
El 7 de España lucirá la rojiblanca por apenas 5'1 millones de euros siempre y cuando juegue las tres temporadas que ha firmado. En caso de que sean menos, la cifra final se reducirá.
Teniendo en cuenta que el ariete es el máximo goleador de la Selección Española y que, pese a sus 31 años, todavía se le esperan cuatro o cinco años al máximo nivel, las cifras sorprenden. Estas son las claves para entender un traspaso que, en realidad, es más una semi-cesión encubierta que un fichaje. Semi-cesión porque el jugador, en ningún caso, volverá al Camp Nou.
1.- Un sueldo galáctico
El primero punto para comprender el porqué de este movimiento (y el porqué lo llamamos cesión encubierta) es el hecho de que, para el Barça, el principal objetivo era quitarse de en medio el sueldo de asturiano. Tal y como contó EcoDiario.es este lunes, David Villa se había convertido en un lastre económico para los culés después de que una cláusula en su contrato le permitiese cobrar en su próxima temporada (la última del acuerdo) un salario que rozaba los 11 millones de euros (antes recibía 8'5 millones).
Es decir, que Villa pasaría a ser el jugador que más cobrase de la plantilla sólo por detrás de Messi. Un derroche teniendo en cuenta que el asturiano iba camino de ser suplente del suplente.
El objetivo, así pues, estaba claro: librarse del asturiano y hacerlo aunque eso supusiera perder dinero en el traspaso. En realidad el Barça, con esta operación no está ganando dinero. Se lo está ahorrando.
2.- Ofertas a medio gas
Este factor, el factor sueldo, hacía que todavía no hubiese ofertas oficiales sobre la mesa por David Villa. Dicho de otro modo, los clubes que querían al delantero hablaron directamente con el jugador, pero no lo hicieron en ningún caso con el Barça. El objetivo era claro: primero había que saber qué dinero exigiría el asturiano para, posteriormente, cuadrar cuentas y saber hasta qué cifra podían poner al Barça sobre la mesa.
Tres eran las alternativas que tenía Villa más allá de la del Atlético de Madrid: Tottenham, Arsenal y Fiorentina.
En el caso de la primera, Villas-Boas había convencido al jugador, pero los directivos no tenían claro qué sueldo le pondrían sobre la mesa. Desde luego, no los once millones que recibiría en el Barça.
En el caso del Arsenal, el problema se llamaba Higuaín. El club del Emirates parece, por ahora, más centrado en la contratación del 9 que del segundo delantero. De ahí que las negociaciones con el Arsenal estuvieran en 'stand-by'. Así que el Arsenal tampoco puso propuesta alguna al Barça.
El tercer club interesado, la Fiorentina, quería hacer una propuesta similar a la que ha planteado el Atlético, pero también estaba a la espera de cerrar la contratación de Mario Gómez (fichado este lunes) antes que al del Guaje. Además, existían dudas en cuanto al salario del asturiano y a su estado físico después de la lesión que sufrió en diciembre de 2011.
3.- El acelerón del Atlético
La llegada de Villa al Calderón ha necesitado muy poco tiempo para cerrarse, entre otras cuestiones, porque el equipo rojiblanco se plantó ante jugador y ante el Barça con propuestas firmes que han terminado por convencer a uno y a otro. En el caso del jugador, porque el propio Cholo Simeone habló con él. En el caso del Barça, porque todo se hacía de manera inmediata.
Para colmo, el Atlético de Madrid sí que cumplía con el requisito fundamental de la operación: casi igualar el salario de Villa en el Barça. Los rojiblancos le pondrán un sueldo de casi 10 millones de euros por temporada. A partir de ahí todo quedaba en manos de los famosos flecos.
4.- La cesión encubierta
Son esos flecos los que convierten esta operación en una cesión más que en un fichaje en toda regla. Porque en condiciones normales, con Villa cobrando 8'5 millones, el acuerdo se habría cerrado como un traspaso al uso. El Barça habría cobrado casi 10 millones, el jugador unos 6 (tenía que rebajarse sí o sí su sueldo) y aquí paz y después gloria.
Pero con los ingredientes antes mencionados, había que darle una nueva forma. La forma de la cesión encubierta. O cesión con beneficios. Llámenlo como quieran.
Pero el formato de la cesión de toda la vida no podía ser tomado en cuenta porque el Barça saldría perdiendo. Sí, se librarían del sueldo, pero no habría beneficios. ¿Cómo solucionarlo? Bajando las cantidades del traspaso al Calderón, pero asegurándose un pellizco por las siguientes operaciones en las que el 'Guaje' esté implicado. El Barça recibirá el 50% de cualquier futuro traspaso del asturiano.
Así, Villa firma un contrato de tres temporadas por el Atlético, pero las firma en la modalidad de 1+1+1. Por la primera, el Barça recibirá 2'1 millones de euros. Si continúa un año más, el club percibirá otros dos millones. El último millón se cobraría al final de la tercera temporada.
Si entre tanto, el Atlético vende a Villa, los culés se aseguran percibir un pellizco, algo que podría elevar la operación por encima de los 5'1 millones globales del traspaso atlético y que, en ningún caso, se cobrarían con una cesión.
Así pues, el Barça ha tenido que optar por el mal menor, asegurarse que se quita de en medio el salario de Villa y, de paso, garantizar que conseguirá beneficios (por exiguos que éstos sean) que en ningún caso se darían con una cesión al uso.
Mientras, el Atlético cubre la baja de Falcao con un delantero barato en cuanto al coste inmediato de la operación, y de cómoda amortización en tres plazos, siempre y cuando acabe jugando esas tres temporadas acordadas con los rojiblancos.