Fútbol
Illarramendi, el derroche del Real Madrid y el síndrome del error por Xabi Alonso
El Real Madrid está cercando el fichaje de Asier Illarramendi. El joven futbolista de la Real Sociedad parece haber dado el "sí quiero" a los blancos. Ya sólo falta negociar con su club de origen. Los txuri-urdin están enrocados en los 30 millones de la cláusula de rescisión y en Concha Espina están dispuestos a pagarlos.
Cantidad relativamente elevada para un jugador que, aunque ha hecho una buena temporada en Anoeta, no ha explotado como para costar menos de lo que, por ejemplo, ha costado Isco (el malagueño ha supuesto una inversión de 25 millones más variables).
¿Por qué sí estaría dispuesto a pagar esta cifra el Real Madrid por Illarramendi y no lo ha hecho por otros? El síndrome Xabi Alonso tras el error de 2003 explica el movimiento de Florentino Pérez.
Para saber de qué estamos hablando hay que viajar una década atrás en el tiempo. En aquel año 2003 el Real Madrid acabó ganando la que sería última Liga de Vicente del Bosque. Fue también el primer año de Ronaldo (el gordito) en la capital de España. Zidane, Figo, Raúl o Roberto Carlos completaban la constelación blanca.
Pese a semejante potencial, un equipo estuvo a punto de arrebatarles el título. La Real Sociedad estuvo, aquella temporada, a punto de ser campeona. Si no lo consiguió fue porque, en la penúltima jornada del campeonato, un Celta con aspiraciones Champions (y con Mostovoi y Karpin en su mejor momento de forma) goleó a los donostiarras la misma noche que el Atlético fue incapaz de vencer al eterno rival en el Calderón (aquel derbi acabó con 0-4 para el Real Madrid).
En aquella Real Sociedad jugaba un joven chaval que, con apenas 21 años, ya manejaba el mediocentro a su gusto. En corto y en largo. Con disparo potente y con precisión milimétrica. Así era Xabi Alonso. Una copia casi exacta de lo que es hoy Illarramendi. Y, como sucede en estos días, el Real Madrid también llamó a su puerta. El fichaje, sin embargo, no se produjo.
Xabi Alonso prefirió seguir un año más en Anoeta. Casi 365 días después, las cosas cambiaron mucho. La Real apenas pudo pasar de la 15ª posición tras un duro año con Champions de por medio. El Real Madrid, por su parte, sufrió una debacle galáctica. Tras vender a Makelele y fichar a Beckham, el conjunto dirigido por Carlos Queiroz perdió los tres títulos posibles en el último mes de campeonato.
Florentino despidió al portugués y fichó a Camacho. El murciano pidió a Xabi Alonso como una de sus preferencias, pero la Real Sociedad puso un precio que al presidente blanco le pareció prohibitivo: unos 15 millones de euros.
Alonso, mientras, jugó la Eurocopa de 2004, donde España se marchó a casa en la primera fase. Pese a aquel fiasco, el Liverpool de Rafa Benítez se centró en el tolosarra y puso sobre la mesa la cantidad que exigió Astiazarán, entonces presidente de la Real. Xabi quería vestir de blanco, pero el Real Madrid se había retirado de la puja. Acabó en Anfield, para desgracia posterior de Florentino Pérez.
Porque Xabi, aquella temporada 2004-2005 fue clave para que el Liverpool ganara la Champions League. Mientras, el Real Madrid sufrió el inicio de su declive. Caída libre que provocó la salida de Florentino Pérez de la presidencia y un periodo en el que el Real Madrid, esta vez con el talonario en la mano, llamó de nuevo a la puerta de Xabi. En esta ocasión, sin embargo, el tolosarra no se quiso mover de Inglaterra y el Liverpool se negó a vender.
Alonso sólo terminó en el Bernabéu cuando, en 2009, el jugador sí que quiso abandonar el equipo inglés y el Liverpool, esta vez sí, aceptó vender, eso sí, por una cantidad mucho mayor de la que pagó en su día por él: casi 30 millones de euros.
Hoy, una década después de aquella negativa de Florentino Pérez a fichar a Alonso, el presidente del Real Madrid no quiere repetir el mismo error. En Concha Espina temen que se repita con Illarramendi un proceso similar al de Xabi Alonso. Es decir, que el jugador explote esta temporada y acabe seducido por alguna mega-oferta extranjera que, llegado el momento, el Real Madrid no pueda igualar.
Además, el próximo curso Xabi Alonso podría no continuar en el Real Madrid, lo que aumentaría la exigencia de los blancos a hacerse con sus servicios y, por lo tanto, el precio que pediría la Real Sociedad (que amenaza con renovar al jugador y aumentarle su cláusula).
De ahí que el Real Madrid entienda que, aunque el precio pueda ser superior al que marca el mercado, invertir esta cantidad por Illarramendi sí que es adecuado. Además, si el futbolista sigue la progresión de futuro que tiene por delante, nadie en el Bernabéu daría por malo esta cifra. Algo similar ocurrió en su día con Pepe o Higuaín, jugadores que, con el tiempo, han justificado de sobra las elevadas inversiones que se hicieron por ellos.