Fútbol

El análisis | De la profesionalidad de Xabi Alonso al egoísmo millonario de Kaká

    Kaká celebra uno de sus últimos goles con el Real Madrid | EFE


    En el fútbol los millones no lo son todo. No. No hablo del manido tópico de David contra Goliath y otros lugares comunes en esto de darle pataditas a un balón. Hablo de compromiso y profesionalidad frente a comportamientos caprichosos y erráticos. De solidaridad contra egoísmo. Hablo, en definitiva, de Xabi Alonso contra Kaká.

    El mediocentro tolosarra del Real Madrid pasó hace poco por el quirófano para arreglar la maldita pubalgia que le ha mantenido entre algodones en el tramo final de la temporada.

    La misma que le hace dudar de si renovar o no. Porque Xabi no quiere ser un parásito del Bernabéu. Tiene muchas incógnitas en su cabeza. Sabe que las piernas no le responden y ante ese panorama, prefiere ser honesto y abandonar la capital sin 'robarle' ni un sólo euro a los blancos antes que arrastrarse con la zamarra merengue a precio de oro. No. Eso no va con Xabi.

    Él prefiere ser consecuente con sus actos en los tiempos que corren. Los privilegios hay que ganárselos, sobre todo si esos privilegios tienen más de seis ceros. De ahí que decidiera ponerse en las manos de la doctora Ulrike Muschawek, del Hernienzentrum de Múnich, para acabar con sus problemas físicos. El tratamiento conservador era una opción. Eso habría evitado una recuperación tan larga como la que tendrá que afrontar.

    Porque este proceso quirúrgico significa estar entre tres y cuatro meses de baja. Podría perderse el inicio de temporada, pero, a cambio de sacrificar sus vacaciones y la participación en la Copa Confederaciones, Xabi estará listo para jugar cuando más lo necesite el equipo.

    Su comportamiento llama la atención por ser totalmente opuesto al que sufrió el Real Madrid hace ya tres años. Por aquel entonces, Kaká arrastraba problemas de rodilla. Sin embargo, el brasileño optó por la solución más egoísta, ésa que sólo velaba por sus intereses y no por los del Real Madrid.

    Kaká se ausentó constantemente en el tramo final de temporada por sus molestias físicas y decidió arriesgar para estar presente en el Mundial de Sudáfrica. Llegó tocado al campeonato y participó del naufragio de la 'canarinha', eliminada en cuartos de final ante la Holanda de Sneijder y Robben. Kaká se había sacrificado para nada.

    Una vez fuera del Mundial, Kaká, ni corto, ni perezoso, no volvió a la capital para operarse y acortar así los plazos de recuperación. No. Prefirió irse de vacaciones y, una vez disfrutado de su merecido (?¿) descanso, esta vez sí, aterrizó en la capital y allí comunicó su decisión al club. Quería operarse en Amsterdam.

    Consecuencia: un mes y medio de tiempo perdido y Kaká fuera de combate hasta enero de 2011, fecha en la que regresó de la mano de un Mourinho que apenas le concedió oportunidades precisamente por que su ritmo de competición era más bajo que el resto de sus compañeros. Obvio. Había tenido que hacer una pretemporada en medio de la temporada.

    Entre un caso y otro, entre el del Xabi Alonso y Kaká, media, así pues, un abismo de profesionalidad y compromiso con el Real Madrid y con el ejercicio mismo del fútbol de élite. Aún hay más.

    La segunda gran diferencia tiene forma de salario. Mientras que Xabi Alonso cobra algo más de seis millones de euros, Kaká le dobla el salario y es, con Cristiano Ronaldo (y aunque parezca mentira), el jugador mejor pagado del Real Madrid, con cerca de 10 millones de euros limpios por temporada. Sueldo que, por cierto, no quiere reducirse y al que no ha renunciado para jugar en otros clubes. Ande yo caliente...

    Pues eso. En el fútbol, los millones no lo son todo.