Por qué Cataluña o Euskadi no pueden tener selección propia pese al OK de la UEFA a Gibraltar
El visto bueno de la UEFA a Gibraltar para que la colonia británica pase a ser el 54º miembro de pleno derecho del fútbol europeo ha hecho mirar a otros territorios con expectativas de tener selección propia debido a diversas reivindicaciones políticas o geográficas.
Entre estos, se encuentran los casos de Cataluña o Euskadi, regiones que han reivindicado su independencia futbolística con respecto a España, creando selecciones que han llegado a disputar encuentros amistosos con diversos combinados de mayor o menor importancia a nivel mundial.
Sin embargo, pronto se ha observado que, con la ley en la mano, y mientras UEFA no cambie sus estatutos (algo que parece harto improbable), ni Cataluña ni Euskadi tienen una opción realista de convertirse en miembros de pleno derecho.
La explicación está en la normativa de la UEFA de 2001 al respecto de sus potenciales miembros. Esta regulación detalla que sólo podrán optar a entrar como nuevos afiliados los Estados reconocidos por la ONU.
El caso de Gibraltar es únicamente una excepción, provocada porque su primera solicitud para ingresar en la UEFA, en torno a la cual se han ido produciendo las sucesivas alegaciones hasta el visto bueno de este viernes, es anterior a la mencionada normativa, en concreto del año 1997.
El TAS dio la razón al Peñón, confirmando que este hecho de que hubieran presentado su solicitud antes de la existencia de la regulación al respecto es un resquicio válido para su ingreso, consolidándose, junto a las Islas Feroe y a las naciones históricas británicas (Inglaterra, Irlanda del Norte, Gales y Escocia) como los únicos territorios sin Estado propio en el fútbol europeo.
De este modo, y mientras el mapa geopolítico del continente permanezca tal como está en la actualidad, sólo Kosovo (que ya cuenta con un primer visto bueno -con limitaciones- de la FIFA, aunque aún no de la UEFA) podría aspirar a entrar como nuevo miembro, con la incógnita de Groenlandia, inmersa en un proceso largo y lento, similar al de la Federación Gibraltareña, y jugando a dos bandas, con la opción de ingresar también, como sucede en balonmano, en la asociación de países de Norteamérica (CONCACAF), en lugar de en la de Europa..