Fútbol
Las señales que apuntan al fin de ciclo del Barça tras la derrota contra el Bayern
La rotunda derrota del Barça frente al Bayern de Múnich (4-0) ha dejado una cascada de titulares en la prensa de todo el mundo. De entre todos ellos llama la atención el del diario As. "Fin de ciclo", afirma con contundencia. ¿Está el Barça cerca de decir adiós a su era más dorada?
Cierto es que en esto del fútbol se acostumbra a derribar mitos y reconstruirlos con la velocidad de un pestañeo. Sin embargo, en el caso del Barça, las circunstancias son distintas. Porque semejante pensamiento (el del adiós a una época) no nace sólo de una noche o de un pequeño bache. No.
El Barça acumula casi cuatro meses (tantos como tiene 2013) lanzando señales que hablan de una decadencia que va más allá de un paréntesis desafortunado. Son gestos que apuntan a algo más. Llamarlo fin de ciclo es quizá precipitado, pero el cambio de paso parece indiscutible.
Este Barça ya no es el Barça de antaño y, lo peor de todo, es que es un Barça inferior a los equipos de su alrededor. Así lo demuestran los signos de una decadencia preocupante para el Camp Nou y para un equipo, la Selección Española, que se nutre básicamente de los futbolistas culés.
1.- Un año de depresión
Exactamente eso, un año, ha pasado desde que el Barça comenzara su declive. Fue en el Camp Nou y contra el eterno rival. El 1-2 del Real Madrid frente al conjunto blanco en Liga fue una suerte de puntilla que disparó una cadena de malos resultados en los que el Barça todavía se mueve.
Después de aquello llegó la derrota contra el Chelsea y la salida de Guardiola. Ya con Tito en el banquillo, los culés perdieron la Supercopa y aunque comenzaron la Liga de manera espectacular (18 victorias de 19 posibles), el Real Madrid lo tuvo contra las cuerdas en el único empate cosechado en el torneo doméstico.
En la Champions (prueba de mucho más nivel que la que tienen todos los fines de semana en España) la fase previa fue una cadena de dudas. Porque es verdad que el Barça acabó primero de grupo, pero lo hizo con demasiado sufrimiento contra rivales demasiado inferiores.
Benfica, Celtic y Spartak de Moscú no son parte de la élite del continente. Pues bien, los blaugranas sufrieron para vencer en casa los tres y en Glasgow, cosecharon una derrota que advertía de uno de los males de este equipo: la falta de plan B cuando los equipos se encierran.
Desde que 2013 comenzó las cosas comenzaron a ir de mal en peor. La eliminación contra el Real Madrid en Copa (previo sufrimiento frente al Málaga) dio paso a un balance más que nefasto en octavos, cuartos y semis de Champions. De cinco partidos, los culés sólo han ganado uno (4-0 ante el Milan) han perdido dos (2-0 en San Siro y 4-0 en Múnich) y han empatado otros dos (2-2 y 1-1 contra el PSG) con siete goles a favor y nueve en contra.
2.- La edad de sus pilares
Tampoco parece demasiado alentador comprobar el rendimiento de los pilares de este equipo. El pasillo de seguridad culé (que diría Luis Aragonés) adolece de graves problemas en algunos casos relacionados con la edad de sus referencias. Los años pesan y pesan, para los blaugrana, con sabor a últimos fogonazos de clase.
Especialmente preocupantes son los casos de Xavi y de Puyol. El primero lleva toda la temporada jugando entre algodones. A sus 32 años, el físico no le responde como antes y frente a rivales sobrados en cuanto a pulmones, se desvanece. Ayer, contra el Bayern, no pudo aguantar el alto ritmo de la medular que impusieron Javi Martínez y Schweinsteiger. Pero es que contra Milan o PSG le pareció algo parecido. Xavi falla y cuando el de Terrasa estornuda, todo su equipo enferma.
Lo de Puyol también resulta grave porque en su caso, no es que no rinda, es que últimamente no puede ni aparecer en los equipos que plantea Tito. Sus constantes lesiones le tienen más tiempo en el dique seco que en césped. Y cuando lo hace, tampoco brilla como antaño. Contra el Real Madrid o Milan, esta temporada, se le notó lento y tendente a tirar la línea defensiva atrás.
¿Y del resto? Hay madera joven (Messi, Busquets, Cesc, Iniesta, Alba), pero otros futbolistas apuntan más a la despedida que a la continuidad. Son los casos de Alves, Villa, Valdés o Mascherano.
3.- Falta de ambición
Este Barça empieza a traslucir algo que jamás se había visto anteriormente: le falta hambre. Le faltan ganas de morder a sus rivales. De aplastarlos cuando los tiene a su merced o de ir contra ellos cuando las cosas se ponen complicadas.
Contra el Bayern los blaugrana tuvieron la bola sólo para retenerla, sin intención de llegar al área. Contra el Milan o el PSG (por tramos) sucedió algo parecido. Y en Liga hemos visto al Barça dudar en partidos a priori sencillos como el jugado contra el Levante o contra el Celta.
He aquí uno de los elementos que echan de menos tras la marcha de Guardiola. Sus jugadores reconocían que su exigencia diaria era una de las claves del éxito del equipo. Una exigencia que lo terminó quemando y que ahora brilla por su ausencia, con las consecuencias que se ha podido ver en los últimos días.
4.- La incapacidad de Tito
Vaya por delante que analizar el trabajo de Vilanova es, hoy por hoy, complicado. Sus circunstancias personales lastran un rendimiento ante el que pocas personas podrían haber respondido como lo ha hecho él.
Sin embargo, analizando los hechos, sorprende por momentos la paralisis de Tito para meter mano en su equipo, para sacarlo de la crisis.
Ayer el entrenador mandó calentar a sus hombres de banquillo en el minuto 77.Sus cambios no revolucionaron al equipo y durante el choque no introdujo movimientos tácticos para frenar al rival. Antes, en lo que llevamos de temporada, apenas ha variado entre dos sistemas: jugar con cuatro 'bajitos' o jugar con tres delanteros.
Cierto es que el frente al Milan usó a Villa de delantero centro en lo que sí parecía un movimiento importante, pero aquello quedó diluido en sus decisiones constantes por apostar por jugadores que no están dando el rendimiento deseado, como es el casos de Alexis.
El ostracismo de Tello o que ayer Messi fuera titular (el argentino jugó muy mermado) también son decisiones que se apuntan en su cuenta de resultados negativos.
5.- Salidas y llegadas
Otro aspecto que apunta a un cambio de ciclo es el que señala a las salidas de un equipo que tendrá que afrontar, en breve, cambios muy serios.
El primero y más evidente, el de Valdés. Víctor lleva una temporada épica y encontrar un sustituto que dé su nivel parece complicado. Al cancerbero le seguirán Villa (con un pie fuera) por deseo propio y otros, por deseo ajeno.
Alves podría ser el siguiente. Sumen que a los antes citados Xavi o Puyol no les queda mucho más tiempo de fútbol y tendrán delante el resultado de un relevo generacional que podría antojarse traumático con consecuencias que, por otro lado, se dejan ya notar en un presente que augura un futuro lleno de incógnitas.