Fútbol
Puyol y el divorcio con el Barça tras operarse sin el conocimiento del club
El FC Barcelona se ha encontrado con un 'terremoto' inesperado. El capitán del club, Carles Puyol, ha dejado al equipo tocado en defensa después de pasar por el quirófano y hacerlo por sorpresa de la prensa, los aficionados y también del club catalán. Nadie en el conjunto culé sabía que iba de la intervención en su rodilla. Sólo una persona tenía conocimiento de ello: Vicente del Bosque.
El seleccionador recibió la noche del jueves una llamada de teléfono de Puyol. "Me opero míster, no me llame", le dijo a Del Bosque. Al día siguiente, el salmantino tenía que dar a conocer los nombres de los jugadores que defendería al combinado nacional en los próximos compromisos internacionales contra Finlandia y Francia.
Puyol iba a estar entre los llamados, pero el aviso del central alertó al entrenador, que en rueda de prensa levantó la liebre para el Barça. "Carles tiene problemas físicos y esperamos que se recupere", dijo.
La frase en cuestión disparó la sospechas en el Camp Nou. "¿Puyol tocado?", pensaron mucho. Falso. Falso al menos como pare que el jugador no pudiera estar en los partidos de la Roja. Porque es cierto que el capitán arrastra molestias físicas desde que el pasado octubre empezara a sufrir pinchazos en la zona afectada. Pese a ello, Puyol siguió sacrificándose por el equipo.
El martes de la semana pasada, ante el Milan, estaba a plena disposición de Jordi Roura, como había ocurrido en los encuentros anteriores. Sin embargo, Puyol no jugó. Lo hizo Mascherano, algo que al capitán no le gustó. Lo interpretó como un desprecio por lo sucedido en los últimos partidos, especialmente en el duelo de la ida y en el Clásico de ida de Copa del Bernabéu.
Puyol se sintió señalado cuando otros jugadores de la zaga culé (Piqué entre otros) habían estado más desacertados en acciones individuales. Pero el elegido finalmente había sido él. De ahí su malestar que estalló en la intervención inesperada y sin conocimiento del club. Por eso el Barça tardó tanto en reaccionar, cuando dio una rueda de prensa no el mismo día de la intervención, sino al día siguiente, el mediodía del sábado.
La ausencia de Puyol mete al Barça en un serio problema. Estará de baja unas 4-6 semanas y eso hace que su presencia peligre para todos los cuartos de final de la Champions. Una ausencia que se agrava más todavía con la lesión de Adriano. El lateral tampoco podrá jugar frente al PSG.
Si Puyol hubiera estado disponible (como lo estuvo en encuentros anteriores pese a tener los mismos dolores), la ausencia del brasileño habría sido menor. Hoy, con ambos fuera del terreno del juego, las cosas cambian.
Ingredientes que disparan el malestar del club con la decisión de su capitán y que levantan dudas sobre si este gesto habría sido posible con Tito Vilanova en la dirección directa del día a día culé.