David Villa y un futuro, ¿en blaugrana?

David Villa se ha redimido. Le ha costado, pero el paso del tiempo empieza a darle la razón en su petición básica: jugar más y sentirse importante. Cosas de las necesidades de un equipo, el Barça, que se vio hace semanas al borde del abismo en la Champions League. Fue entonces cuando emergió la figura del 'Guaje'. Todos lo pidieron y Jordi Roura terminó colocándolo de titular frente al Milan. El jugador respondió y marcó el 3-0 que ponía al Barça en cuartos de final. Ha sido su único gol en Champions esta temporada, pero podría tener un peso mayor del que se vio el martes. Podría ser el gol que lo alejase de su salida del Camp Nou y le permitiese seguir una campaña más como jugador culé.

Y eso que el propio jugador blaugrana era el que deseaba, hasta hace no muchas, salir de Barcelona. De hecho, en el mercado invernal fue la negativa de la entidad la que hizo que, finalmente, se quedase en la Ciudad Condal.

El Arsenal llegó con 15 millones de euros para llevárselo pero el Barça dijo no. Y Villa se quedó tocado. No veía esperanza para jugar en un equipo que, reiteradamente, había visto como Alexis lo había pasado por delante una y otra vez sin que su rendimiento fuera, en realidad, mejor que el del asturiano. Pero entonces llegó la crisis. El Barça tropezó frente al Milan y llegaron las dudas sobre el estilo culé.

¿Cómo debería jugar el Barça? ¿Debería seguir apostando por la fórmula de siempre y mantener cuatro centrocampistas? ¿Había que usar, de nuevo la figura de los dos extremos?

La primera respuesta a tanta duda, contra el Sevilla, en Liga, fue la del regreso a una fórmula que 'traicionaba' la esencia de 'Guardiolismo'. En aquel duelo inmediato post San Siro Villa fue titular y lo hizo en una posición en desuso: la de delantero centro.

Y aquel Barça brilló tanto que el propio Messi, uno de los primeros defensores de la fórmula del falso nueve que tanto le beneficiaba, cambió de opinión y presionó para que 'El Guaje' fuese titular en ese puesto ante el Real Madrid, en la vuelta de la semifinal de la Copa del Rey. Pero Villa chupó banquillo y el Barça cayó eliminado, en parte, por falta de mordiente en punta.

Contra los italianos del Milan, en la vuelta de la Champions, las cosas cambiaron. El Barça no podía especular con el marcador. Había que morder. Entonces, Tito Vilanova y Jordi Roura decidieron recuperar aquella fórmula que funcionó contra el Sevilla y el ariete español respondió facilitando el trabajo a Messi (de nuevo evitó la defensa escalonada de los rossoneri) y, de paso, marcó un gol de puro ariete, de esos que tanto echan de menos por el Camp Nou.

Golpe a Fàbregas

Sus sensaciones tras el partido fueron de euforia. Mientras, en el entorno del Barça empieza a quedar claro que se le necesita más que nunca. Tanto, que en los próximos partidos podría empezar a discutir la titularidad a Fàbregas.

Es decir, que Villa ha pasado de ser el jugador 16 o 17 a convertirse en el delantero referencia por delante de hombres como el propio Cesc o Alexis Sánchez, su principal competidor en la delantera blaugrana.

Ante este escenario, Villa medita su futuro. Si había pensado irse era por que no contaba. Si las cosas cambian de aquí a final de temporada y, además, lo hacen para bien del Barça (como ganar la Champions), podría meditar su continuidad.

Otra cosa es que al Barça le interese, ante la llegada inminente de Neymar, que siga en sus filas. El fichaje del brasileño le costaría cerca de 55 millones de euros de los que un buen puñado (entre 30 y 40) se podrían conseguir de la venta conjunta de Alexis y el propio Villa.

Movimientos que se acelerarán en verano pero que, hoy por hoy, son una buena noticia para el máximo goleador del Mundial de Sudáfrica por lo que significan de renacer de uno de los delanteros más en forma en el presente azulgrana.