Fútbol
Tito Vilanova y la teoría de que los jugadores le están salvando el puesto
El FC Barcelona está atravesando un momento extraño. Un momento especialmente positivo en los números, pero inquietante en las formas. Hasta ahora, los de Tito Vilanova sólo han perdido un encuentro. Fue en la vuelta de la Supercopa. Desde entonces, sólo un 'tropiezo' en forma de empate. Ocurrió también contra el Real Madrid y en Liga
Sin embargo, esos buenos números no están respaldados por los pálpitos. Los azulgrana acumulan ya seis remontadas en las que han estado a punto de ver como los puntos se quedaban en el equipo rival.
Para colmo, el estilo ha mutado y ya no se ve al mismo Barça que sí se disfrutaba con Guardiola, incluso cuando, el curso pasado, el equipo sufrió más de lo normal. La conclusión es generalizada: este Barça es menos Barça o, dicho de otra forma, se aleja de la versión excelente de años anteriores.
Algo que se está salvando por el compromiso extraordinario de una plantilla extraordinaria. Tanto, que algunos sectores del club y vestuario culé lo tienen claro: sin este compromiso, es probable que Tito Vilanova estuviera, a día de hoy, con su puesto en duda.
El planteamiento es compartido por algunos futbolistas del equipo blaugrana que, precisamente, si dan tanto es por su propio orgullo personal, pero también por el compromiso con este técnico con el que muchos de ellos han crecido en distintas etapas, tanto cuando jugaban en la cantera (casos de Cesc, Piqué o Messi) como ya en la primera plantilla en el puesto de ayudante de Guardiola.
Además, tal y como contó EcoDiario.es, los futbolistas alcanzaron un pacto a principio de temporada: darlo todo en este Barça para que el mérito de éxitos anteriores no fuera monopolizado por el propio Pep.
Sin embargo, estos mismos miembros de la entidad culé coinciden en que, si los resultados no hubieran sonreído al equipo ahora mismo se estaría hablando de la posible continuidad del preparador. Es algo así como el efecto que Pep vivió en sus comienzos en el Barça donde, tras dos derrotas consecutivas en su primera temporada, se pidió su cese inmediato.
Cierto es que el mal inicio del Real Madrid en Liga también ayuda a mitigar esta percepción. Sin embargo, esto no es óbice para que en el seno del equipo se sepa que hay que cambiar ritmos y sistemas de juego. Hay que cambiar la inercia. El propio Tito Vilanova lo sabe. Desde hace años el Barça ha sido una balsa de agua gracias al trabajo de Pep Guardiola.
Sin embargo, la división en distintas familias amenaza con regresar si los resultados dan la vuelta. Es el sino de una entidad acostumbrada históricamente a este tipo de luchas civiles que, a lo largo de la historia, han dejado varias víctimas en el camino como Rijkaard, Cruyff o Van Gaal. El tiempo dirá si la tendencia se repite en el caso de Tito o si mantiene el rumbo como hizo en su día su antecesor.