Fútbol

La defensa del Barça empieza a sumar números de equipo mediano

    Mascherano, durante el duelo frente al Celtic | Reuters


    El FC Barcelona empieza a acostumbrarse a lo infrecuente. Quizá lo anterior, la excelencia, fuera la excepción a una norma universal: no siempre se puede ganar y controlar los partidos al 90% como lo solía hacer el Barça de Guardiola.

    Sin embargo, la tendencia ha cambiado tanto que llama la atención la mutación. La defensa del Barça ha dejado de ser un seguro para convertirse en un problema. El problema más grave para Tito Vilanova.

    Números mediocres

    Echen cuentas. Algo raro sucede. El Barça ha necesitado remontar ya en seis de los trece partidos que ha disputado, cuatro de ellos en los últimos cinco duelos. Para colmo, la sangría goleadora en contra está siendo desesperante.

    Los culés suman ya 16 goles en el arranque de año, más de la mitad de los encajados en Liga en todo el curso pasado. Entre ellos, los cuatro del sábado pasado ante el Depor, algo que no sucedía desde febrero de 2009. Para colmo, de todos ellos, cuatro han sido en propia puerta.

    Son estadísticas de equipo mediano. De hecho, en la Liga, ya hay doce equipos que han recibido la misma o menor cantidad de goles (once) que los blaugrana en este torneo.

    Sin excusas por las bajas

    Vale, las bajas en defensa ayudan a este caos, sí, pero no lo justifican del todo. Desde el Clásico, los culés juegan con una línea de circunstancias por las ausencias de Alves, Piqué y Puyol, pero se supone que el Barça debería tener hombres de garantías para solventar este problema.

    Una zaga con Adriano, Mascherano, Bartra y Jordi Alba es, salvo en el caso del canterano, una defensa bastante factible para cualquier partido de Liga o Champions.

    Además, en lo que llevamos de temporada el Barça también ha sufrido con sus hombres de gala. En el Bernabéu, por ejemplo, en la Supercopa Tito sacó a Alves, Piqué, Mascherano y Adriano. Pues bien, en aquel partido los culés pudieron salir goleados en la primera parte, más si cabe después de que el propio Adriano forzara su expulsión tras frenar a Cristiano Ronaldo en la enésima contra blanca.

    Frente a Osasuna, donde también sufrieron los culés, la zaga estaba formada por Alves, Piqué, Puyol y Alba, la zaga ideal. Contra el Sevilla (otro calvario) Sólo Song y Mascherano se colaron en este equipo.

    Vamos, que no es sólo cosa de nombres, sino de actitudes y táctica, de estilos y formatos. Los goles en propia puerta, por ejemplo, hablan en ocasiones de falta de sangre fría. También es cierto que al Barça le llegan más que antes. Hay menos posesión porque este equipo ataca más y pierde la bola más fácil.

    Para colmo, Valdés sigue estando mal y no termina de brillar como antaño. Es por ello que quizá la primera prioridad de Vilanova sea la de recuperar la solidad que se tuvo en otros tiempos. Lógico. De ello depende que los nervios actuales se conviertan en tranquilidad, esa tranquilidad que todo equipo campeón necesita.