Fútbol

Kaká convierte sus resurrecciones ante el Ajax en tradición y apunta al Clásico

    Kaká durante el encuentro en el Amsterdam Arena | Reuters


    El buen partido del Real Madrid en Amsterdam contra el Ajax volvió tuvo varios protagonistas. Cristiano Ronaldo y su hat-trick, Benzema y su chilena o Mourinho y su cambio de discurso acapararon las miradas. Pero por encima de todos, un hombre emergió con fuerza para reclamar su espacio y, quién sabe, su titularidad el próximo domingo ante el Barça. Kaká se salió y cuajó uno de los mejores partidos que se le recuerda desde que llegó a la casa blanca.

    Lo hizo, además, ante un rival que se le da bien. De hecho, su gran partido contra el Ajax en 2011 hizo creer a muchos que el retorno del Kaká que se vio en el Milan sería posible. Los pronósticos marraron. Ayer, frente a los holandeses se repitió patrón y ya algunas voces vuelven a ver la opción de que el jugador triunfe en el Real Madrid. Que éste, sí, sea su año con los blancos.

    Se confirmen o no los augurios, lo cierto es que el brasileño está en racha y lo demostró con una actuación más que estelar que hizo olvidar las intervenciones del croata Modric o las galopadas de Özil. Kaká hizo de ambos y, además, hizo de Kaká.

    El contragolpe perfecto

    Porque si por algo brilló Kaká en Italia fue por su capacidad para arrancar desde el medio campo y llegar desde segunda línea para generar espacios, asistir a sus compañeros e incluso golear por sorpresa. Cualidades que repitió en el Amsterdam Arena y que se concentraron en el gol de Benzema.

    Todo nació en un contragolpe tras una falta mal sacada por el Ajax. La bola le cayó a Benzema y éste se la dejó a Marcelo de espuela. Ahí empezó el trabajo del Kaká más puro en su esencia.

    En el lado derecho del ataque blanco el 8 empezó la contra con velocidad y potencia. Se abrió a costado y arrastró a dos defensores con él, permitiendo que el centro de la zaga holandesa tuviese un gran agujero que el propio Marcelo aprovechó para asistir a Kaká.

    El mediapunta arrancó y se marchó por zancada de sus marcadores. Levantó la cabeza y la puso al punto de penalti donde Benzema definió como los grandes. El contragolpe perfecto llevado con la precisión que Kaká nos tenía acostumbrados. Pero es que hubo más.

    Apareciendo desde los costados y por sorpresa, abrió brechas constantes en la defensa rival. También supo acelerar el ritmo del partido cuando se conectó con Xabi Alonso en la medular e incluso se atrevió con unos cuantos tiros lejanos marca de la casa que casi provocan algún gol más en el electrónico.

    Apunta al Clásico

    Desde que luciera su mejor versión en el Trofeo Santiago Bernabéu (hat-trick incluido), el jugador ha ganado cuota de protagonismo. El seleccionador brasileño Manu Menezes lo convocó con la canarinha. Mourinho le dio los primeros minutos de la temporada contra el Depor y por lo visto ayer, su actuación le gustó.

    Kaká volvió a la titularidad, algo que desde la primavera pasada no veíamos. El bajo rendimiento de Özil y la falta de adaptación de Modric (todo según la visión de Mourinho) le podrían dar la oportunidad en el Camp Nou, donde ha tenido alguno de sus fracasos más sonados, como la vuelta de la Champions de 2011 o su primer Clásico en el que se diluyó ante Iniesta, Yaya Touré o Xavi Hernández.

    De hacer un buen partido sería una muestra importante para empezar a creer más en el primer galáctico de la nueva era de Florentino Pérez en el Real Madrid. Un jugador al que algunos todavía esperan en el Santiago Bernabéu.