Fútbol

La mayor preocupación de Tito Vilanova: recuperar a una defensa irreconocible

    Piqué se lamenta tras el gol de Cristiano Ronaldo | EFE


    La derrota en la Supercopa de España dejó al Barça con dos reflexiones sobre la mesa. La primera, positiva, se dio en el tramo final del encuentro cuando, fiel a su estilo de posesión, el Barça pudo llevarse el título pese a jugar con uno menos. La segunda, negativa, se dio en el inicio del partido con una constante concatenación de fallos defensivos que provocaron los goles blancos y una cascada de ocasiones rivales. La defensa culé se ha convertido en el principal problema de Tito Vilanova.

    Entre lesiones, despistes y falta de acoplamiento, el conjunto blaugrana está empezando a dar una imagen de equipo blando en una zona, al zaga, demasiado importante.

    Tanto, que el Barça ha sido en las últimas campañas el equipo menos goleado del campeonato. Sin embargo, en lo que llevamos de temporada, ya ha recibido seis goles, cifra demasiado elevada para lo que se acostumbra a ver en el Camp Nou y corta si tenemos en cuenta las ocasiones que marró anoche el Real Madrid.

    Ocasiones que llegaron, en muchas ocasiones, por los despistes de una línea gafada desde el inicio de partido. Dani Alves, titular en la noche de ayer, no saltó al terreno de juego por una lesión que, durante el calentamiento, obligó a Jordi Alba a saltar al once.

    El internacional español apenas logró controlar las embestidas de Di María por un costado, el izquierdo, donde atacó más en la segunda parte, acierto ofensivo que marró sus fallos en la primer parte.

    En el otro costado de la zaga, Adriano se convirtió en el protagonista negativo del partido después de ver la cartulina roja tras un fallo notable. Un balón cruzado a la espalda se convirtió en una clara ocasión para Cristiano Ronaldo.

    El brasileño no pudo más que hacerle falta cuando el luso se quedaba sólo ante Valdés. Expulsión merecida tras la enésima vez que un jugador blanco lograba, tras un simple pelotazo o robo en la medular, ganarle el espacio a un futbolista culé.

    Las sombras de Piqué y Mascherano

    Así llegaron precisamente los dos goles del Real Madrid. El primero, tras un fallo de Mascherano quien no consiguió despejar un balón fácil. Para colmo, la bola le cayó a Higuaín, que no tuvo problemas en encarar a Valdés y hacer el primero del partido.

    En el segundo, Cristiano Ronaldo logró ganarle la carrera a Piqué después de controlar con la espuela un nuevo balón largo, en esta ocasión de Marcelo.

    No fueron las únicas ocasiones en las que el Real Madrid se colocó delante de Valdés tras una bola al hueco. Ayer, los centrales del cuadro catalán estaban irreconocibles. Parecían la sombra de sí mismos.

    La ausencia de Puyol, lesionado, no hace más que agravar todos estos problemas. Sin su capitán y referencia en la zaga, Vilanova deberá apurar sus opciones para conseguir que el Barça mejore en una zona que, de seguir así, dará más de un quebradero de cabeza al cuadro culé.