Cambio de ciclo: Cristiano Ronaldo le roba a Messi la hegemonía en los Clásicos
El Real Madrid y el FC Barcelona se disputan desde esta noche (22:30) algo más que la ida de la Supercopa de España. Ambos, aunque Mourinho y Vilanova traten de regatear el asunto en público, empiezan con este partido la lucha por la hegemonía del fútbol español, europeo y casi mundial. Una lucha que se traslada más allá de las entidades y contagia a sus dos máximos exponentes. Messi y Cristiano Ronaldo también pugnan por su cetro. En el horizonte, el deseo de ganar el Balón de Oro y una realidad para el cambio de ciclo culé de los últimos años: CR7 le ha robado al argentino la hegemonía de los últimos Clásicos.
Una lucha que se traslada más allá de las entidades y contagia a sus dos máximos exponentes. Messi y Cristiano Ronaldo también pugnan por su cetro. En el horizonte, el deseo de ganar el Balón de Oro y una realidad para el cambio de ciclo culé de los últimos años: CR7 le ha robado al argentino la hegemonía de los últimos Clásicos.
Dicho de otra forma: Messi ha dejado de ser el jugador determinante de esos últimos encuentros para ceder su testigo a un Cristiano Ronaldo cada vez más enchufado en este tipo de duelos. La asignatura, aunque parezca baladí, no lo es para el madridista, acusado siempre por desaparecer en los duelos importantes.
Y de hecho así era casi siempre, tanto en el Manchester United, como en el Real Madrid. El exceso de presión le hacía autoexigirse más de la cuenta y pasarse de revoluciones. Sin embargo, la terapia de choque de Zidane tras recibir los pitos del Bernabéu precisamente en el clásico copero de principios de año le sirvió para relajarse y, paradojicamente, rendir más que cuando se pedía lo máximo.
Así las cosas, Cristiano Ronaldo ha jugado contra el Barça 13 partidos desde que fue fichado por Florentino Pérez en 2009 con éste balance:
Temporada 2009-2010: dos partidos, cero goles.
Temporada 2010-2011: cinco partidos, dos goles.
Temporada 2011-2012: seis partidos, cuatro goles.
La progresión es evidente, más si cabe teniendo en cuenta que en los tres últimos choques contra los culé ha mojado. Lo hizo en las derrotas de su equipo en Copa y en la última victoria liguera en el Camp Nou. Además, el estadio blaugrana comienza a convertirse en uno de sus feudos favoritos, con tres goles en los tres últimos partidos que ha disputado allí.
Lejos queda su debut como madridista en territorio hostil, cuando desapareció ante un Iniesta pletórico o su deambular perdido sobre el césped catalán cuando el rodillo blaugrana le endosó la manita al primer 'Mou-Team'.
Frenazo de Messi
Frente a esta evolución contrasta el frenazo en seco de Messi ante el que es, sin lugar a dudas, su equipo favorito. 'La Pulga' ha disputado más clásicos que Cristiano Ronaldo por cuestiones obvias. En ellos, ha triturado día sí, día también al cuadro merengue con trece goles anotados (hat-trick incluido en 2007) en apenas 19 duelos directos.
Estos datos, siendo magníficos, tienen, sin embargo, un matiz importante que habla de quien tiene más opciones de brillar esta noche: Leo no ha mojado en los últimos cuatro partidos que ha jugado frente al Real Madrid.
Dos partidos ligueros y dos coperos en los que Leo ha 'desaparecido' en lo que a tantos se refiere, si bien no en lo que a asistencias y fútbol. En los dos primeros de esos duelos (los dos jugados en el Bernabéu), Messi fue un portento de pases y movilidad en la medular. Tanto, que provocó la enésima desesperación de Pepe, con pisotón en la mano de regalo.
Sin embargo, también paradójicamente, Leo ha dejado de brillar en el Camp Nou. En la vuelta de los cuartos de final de Copa apenas tuvo participación en el empate a dos entre blancos y culés y en Liga fue a peor: apenas tiró a puerta. El sistema táctico merengue hundió a la versión más gris del pichichi.
El arranque de temporada de ambos indica que la tendencia no debería continuar. Messi brilló contra la Real y Cristiano fue una sombra de sí mismo frente al Valencia. Sin embargo, tratándose de un Clásico, todo podría pasar. Es la magia de un partido que tendrá en estos dos hombres los focos constantes de medio mundo.