Fútbol
Villar compensará con Mourinho el indulto al Barça por el caso del 'cochinillo'
El Real Madrid respira tranquilo. Ángel María Villar, presidente de la Federación Española de Fútbol (RFEF) medita indultar a José Mourinho por su dedazo a Tito Vilanova en la Supercopa de 2011. De dar este paso, el luso podría estar presente en la edición de esta temporada. Los dos partidos de castigo le habrían impedido dirigir a los blancos en la ida y en la vuelta de este torneo.
Esta medida de gracia, entienden en la capital de España, deshace un agravio histórico que, desde hace una década, lastraba parte de las relaciones entre madridistas y RFEF. El Real Madrid consideraría con este indulto desecho el famoso caso del 'cochinillo' de noviembre 2002.
En aquella ocasión, el Barça salió impune del lanzamiento masivos de objetivos al campo durante el Clásico disputado en el Camp Nou. Era el tercer partido de Figo con el Real Madrid en el que durante tantos años fue su estadio. La acogida estuvo plagada de tensión que cristalizó en estos incidentes. Botellas de whisky, de refrescos, mecheros, teléfonos móviles e incluso una cabeza de cochinillo rodaron aquel día por el césped blaugrana.
El Comité antiviolencia abrió causa contra el Barça. La sanción prevista habría sido de dos partidos de clausura para su campo, pero Villar libró al equipo presidido entonces por Laporta del castigo.
Lo hizo en 2004 y, como en el caso de Mourinho, usó como excusa su reelección al frente de la RFEF para justificar la medida. Además, el presidente modificó los estatutos del organismo para evitar sanciones similares en el futuro. En caso de lanzamiento de objetos, sería necesaria la reincidencia en un segundo partido para que se llevase a cabo la clausura del campo.
Aquel indulto fue, para muchos madridistas, la mecha que prendió la leyenda del 'villarato', esa suerte de conspiración que haría que las decisiones de la Federación buscasen siempre favorecer al Barça.
Todavía hoy algunos miembros del staff técnico blanco y de su directiva creen que es así, que su equipo siempre saldrá perjudicado frente al eterno rival en lo que a árbitros, designaciones arbitrales o sanciones se refiere. Impresión que, en caso de confirmarse el perdón a Mourinho, a buen seguro que se rebajará.