Fútbol
El bajón en el rendimiento de Cesc Fábregas lastra la efectividad del Barça
La derrota del FC Barcelona ante el Chelsea ha vuelto a colocar el foco sobre un futbolista. El bajo rendimiento dado por Cesc Fábregas en las últimas semanas dista mucho del que ofreció el canterano a principios de temporada. Sus malas actuaciones comienzan a lastrar al club culé, especialmente en aquellos partidos en los que Messi no logra perforar la portería rival.
Lo sucedido en Stamford Bridge es paradigma de esta anómala depresión. Fábregas no fue él, no fue fien a sus dos versiones más conocidas, la culé y la del Arsenal.
La primera apunta a un goleador que, desde la posición de falso nueve, es capaz de sorprender con movimientos de ruptura y remates sorpresa. Semejante mérito fue, en parte, culpa de Guardiola.
El técnico de Santpedor confió en él para ocupar este puesto que hasta la fecha estaba siendo ejecutado a la perfección por Messi. Con Cesc de delantero, el argentino tiene más opciones de descolgarse y encarar tal y como a él le gusta.
Sin embargo, este miércoles, la ecuación no funcionó, en parte porque Fábregas jugó mucho más estático de lo que es costumbre. No abría espacios para las llegadas de Leo.
Para colmo, en sus bajadas al medio campo tampoco dio su otra cara, la que enseñaba en el Arsenal, ésa que le acerca a una versión evolucionada de Xavi y que le permite arrancar del mediocampo con zancada y visión suficiente para abrir con sus pases las defensas rivales.
Preocupante 2012
No es la última vez que algo así sucede. Su último gol en Liga con la camiseta culé se remonta al 8 de enero, en el empate a uno entre Barça y Espanyol. Más tarde llegó el que hizo en Copa al Valencia en semifinales, un mes después, el 8 de febrero.
Desde entonces, sequía total no sólo para hacer goles, y algo menos para dar asistencias a sus compañeros. Desde que comenzó 2012 Cesc ha jugado 22 encuentros con cuatro goles marcados (los otros dos se los hizo a Osasuna en Copa) y seis asistencias (dos de ellas ante el Leverkusen en el histórico 7-0).
Buenos números para cualquier jugador, pero no para este súper-clase que había promediado geniales guarismos en los anteriores meses de competición. Desde su re-fichaje por el Barça y hasta final de 2011, Fábregas jugó 19 encuentros, con doce goles y cinco asistencias en total.
En muchos de estos duelos, además, sus tantos fueron clave para lograr la victoria o para abrir el marcador. Ejemplos: Oporto, Villarreal, Levante, Real Sociedad, Osasuna, Valencia o Athletic fueron algunas de sus víctimas. Partidos, algunos de ellos, en los que Messi no 'mojó', pero sí lo hizo Cesc.
El problema para el Barça es que la Messidependencia es tan grande (si el argentino no marca, el Barça sólo gana el 50% de sus partidos) que cuando no Leo, se echan en falta los goles que antes sí marcaba Cesc.
¿Qué le pasa a Cesc?
Desde la entidad que entrena Guardiola se insiste en afirmar que el de Arenys sufre problemas físicos que impiden que juegue en plenitud de condiciones. Sin embargo, ante el Milán, en la ida de los cuartos de final de la Champions League, el entrenador lo dejó sin jugar ni un minuto por decisión técnica. Cierto es que el futbolista sufrió posteriormente dolores en la espalda, pero en ese encuentro en concreto Fábregas no jugó porque Pep no quiso.
¿El motivo? Posiblemente darle una 'lección' al estilo Piqué para que el futbolista entornara el rumbo tras los últimos partidos. Sin embargo, su reacción no ha llegado (al contrario que en el caso de Piqué) y el equipo lo sigue notando.
El Clásico y la vuelta frente al Chelsea serán, de nuevo, pruebas clave para saber si Cesc es el que era o si se ha perdido, de nuevo, en su versión más gris.