Fútbol
Mourinho e Iker Casillas: la historia de un desencuentro
Futbolistas, entrenador, diferencias y la prensa. Son todos los ingredientes necesarios para que en el Real Madrid se haya creado una tensión entre Iker Casillas y Jose Mourinho que, si bien niegan en público, parece claro de puertas para adentro del vestuario.
Mourinho busca un topo y cree que lo tiene. Según señaló ayer la Cadena Ser su dedo señala a Iker Casillas quien nunca ha ocultado sus diferencias con el entrenador, algo que el capitán español considera habitual en la convivencia de un vestuario y que cree que debe hablar y solucionar dentro. A Mourinho nunca le gustó mucho este protagonismo de Casillas, y sus enfrentamientos en el vestuario no han sido pocos.
Mientras que los jugadores españoles buscan al filtrador, Mourinho hace lo propio... Florentino Perez se reunió con Sergio Ramos y éste le aseguró que los españoles no han sido pero el mister tiene al portero en el punto de mira.
¿Dónde empieza la fractura con Mourinho?
Por todos es conocido que a Mourinho le gusta controlar todo. Desde las altas instancias del club -de ahí la salida de Valdano- a las declaraciones de sus chicos con la prensa, motivo por el que prohibió todo contacto con los medios de comunicación a excepción de los compromisos publicitarios. Y lo controla casi todo menos las relaciones personales.
Ahí nació el primer gran choque. La Supercopa en donde Mourinho metió el dedo en el ojo a Tito Vilanova supuso el punto algido de las malas relaciones entre los dos clubes. La entrada de Marcelo a Cesc provocó una gran tangana en la que Xavi y Casillas, dos amigos de toda la vida, mantuvieron una acalorada discursión en el campo.
Mourinho fue sancionado con un partido por aquel 'dedazo' en el que el Comité de competición entró de oficio por la 'alarma social' y las relaciones entre los internacionales de Madrid y Barça quedó más tocada que nunca.
Disculpas de Casillas a Xavi
Tras el nefasto partido, Casillas telefonéo a Xavi hernandez para disculparse por su actitud en el partido. Desde su posición de portero le pareció que Cesc actuaba tras la entrada y una vez vistas las imágenes en teevisión entendió su error.
Mourinho se indignó con esta acción ya que creía que perjudicaba al Madrid y con ella Casillas expresa el sentimiento de culpabilidad del club ante aquellos incidentes cuando días antes Mourinho solo había pedido perdon a los aficionados maadridistas. El técnico no dudó y Casillas sufió su castigo: en la presentación del equipo en el Torneo Bernaeu no jugó ni un solo minuto.
"Mister, rebaje la tensión"
El partido ante el Racing de Santander de la primera vuelta supuso una nueva zancadilla en las relaciones entre Casillas, encabezando el núcleo duro de españoles, con Mourinho.
El empate a cero evidenció la presión alrededor del equipo y los jugadores le pidieron al entrenador rebajar la tensión y tratar con más igualdad a miembros de la plantilla. Los jugadores no entendían que Varane, Carvalho o Coentrao fueran fundamentales por delante de Arbeloa o Albiol por decreto.
El exceso de turrón amarga las Navidades
Tras unos meses de tranquilidad, ayudados por los buenos resultados, la pausa navideña resulto amarga para el técnico. Mourinho no dudó en reprochar a sus jugadores que desconectaron demasiado en las vacaciones y no se cuidaron como debían. "Hay gente que las vacaciones las interpreta como tiempo para descansar. Otros para disfrutar, viajar, comer en casa del padre, tío y abuela. No paran de comer y beber". El capitán no dudó en salir a la palestra asegurando que "la Navidad está para descansar y comer polvorones".
A partir de ahí llega lo conocido por todos. Una derrota ante el Barcelona, una filtración al diario Marca, un presunto mensaje a un familiar asegurando antes del partido del Barça que 'solo queda rezar' y más de un jugador señalando el técnico que comenzaba a sobrepasar la línea.
Casillas, un madridista, frente a Mourinho, un profesional que parece que ha puesto fecha de caducidad a su estancia en la casa blanca: el 30 de junio de 2011.