Fútbol
Kaká se marchó indignado de Málaga: está sentenciado y Mourinho acepta venderlo
Salvo sorpresa: punto y final. Kaká está sentenciado. Adiós al Real Madrid. El futbolista brasileño del equipo blanco volvió a protagonizar este martes su enésimo fiasco. En Málaga vagó por el césped, desubicado y sin capacidad de reacción. En la ida, repitió 'recital'. Fue cambiado al descanso y señalado como causante de la "basura" ('The Special One' dixit) de la primera parte. Ayer se repitió la sustitución. Tras el choque. fue el primero en salir del Bernabéu. Lo hizo muy enfadado, sabedor de que su futuro está cerca de reescribirse. Mourinho ha claudicado y dejará puertas abiertas a su salida del Real Madrid.
Más si cabe teniendo en cuenta de que los recambios sí que están funcionando a los estímulos planteados por el entrenador portugués. Amante de su propia versión del 'palo y la zanahoria', ha logrado que jugadores como Özil y Callejón den la versión que él desea de ellos. Especialmente importante es el caso del germano, polo opuesto a Kaká.
El brasileño, con su mejoría, le planteó un reto a principios de temporada. Fue mejor que él, que Özil, y Mou aprovechó el momento para tratar de espolear al teutón de origen turco y, de paso, espolear a Kaká. Le sentó en el banco. Le dio los galones de titular a Kaká. Más adelante, antes de Navidad, Mourinho señaló a Özil en los medios y en público.
Empezó a hablarse de su vida nocturna. De su bajo rendimiento. Sin embargo, Messut no se ha arrugado. Ha vuelto a jugar y ha respondido, incluso cuando le tocaba hacer de tripas corazón y ser suplente. La idea en el Real Madrid es clara: Özil es el futuro. Kaká, por desgracia, el pasado.
Según ha podido saber EcoDiario.es de fuentes merengues, el club vivía pendiente de cómo Mourinho gestionara este caso. Si él estimaba que podía recuperar a Kaká, adelante con su permanencia. En caso contrario, carta blanca a una salida poco dolorosa de Chamartín.
El duelo frente al Málaga ha sido la gota que ha colmado el vaso de la paciencia del técnico blanco. El mensaje a la directiva es claro: "Ok a la venta". Ya todo queda en manos de los que gestionan las cuentas merengues.
Todos pierden
Ahora queda por delante un largo proceso con el que lograr la mejor de las ofertas posibles para el equipo y el jugador. Algo complicado, sobre todo en la primera parte de la ecuación: Kaká costó 60 millones de euros. En la segunda, la dificultad lo ponen los casi 10 libres de impuestos que cobra en el Real Madrid.
Ambos perderán algo en esta operación que llega como consecuencia de la enésima recaída del que hasta hace no mucho tiempo estaba considerado como uno de los mejores jugadores del planeta.