Mourinho, los cambios del Real Madrid y el éxito de la 'Revolución Casillas'

El Real Madrid funciona de nuevo. El equipo de Mourinho ha experimentado una notable una mejoría con novedades importantes en la gestión del equipo. Novedades en forma de rotaciones, mimos y gestos menos tensos. Novedades que tienen un precursor por encima del resto. Son las consecuencias de la revolución de Iker Casillas.

El capitán del Real Madrid fue el encargado de liderar la reunión que, la semana pasada, mantuvieron los jugadores del equipo merengue con Mourinho. Tal y como informó EcoDiario.es, el encuentro se realizó en dos tandas.

La primera, privada e íntima. Tras tres resultados nefastos (Zagreb, Levante y Santander) los futbolistas decidieron miraron a la cara solos, sin la presencia del míster, y buscaron entre ellos las claves de la crisis que asolaba al equipo merengue.

Sanedrín de altura que acabó con la conclusión de que había que cambiar el método de Mourinho basándose en tres pilares: su relación con los futbolistas (a algunos ni les dirigía la palabra), su sistema de castigos (suplencias como las de Özil, Ramos o el propio Casillas) y su dialéctica contra los árbitros (quejas constantes tras los tropiezos blancos).

Tras el cónclave, la plantilla se reunió con Mourinho y ambas partes intercambiaron ideas. Según revelaron el diario Marca y el diario El País, Casillas, como capitán y apoyado en otros pesos pesados (Cristiano Ronaldo, Xabi Alonso, Sergio Ramos...) miró a las cara de su técnico. "No nos gustan algunas decisiones. Queremos al Mourinho de principio de temporada el año pasado, no a éste Mourinho", le dijeron.

El técnico aceptó las críticas y modificó el método. Es parte de su filosofía de vestuario-familia. También hay que escuchar a la otra parte. Y el método funcionó.

Rotaciones que levantan el ánimo

Desde aquella sesión grupal el equipo ha mejorado sus resultados ostensiblemente. Goleada ante Rayo, Ajax y Espanyol. En los tres partidos, además, han emergido rotaciones que anteriormente no existían, con el consecuente doble beneficio que ello conlleva.

Beneficio, por un lado, humano. Raúl Albiol es el ejemplo más palpable del giro dado desde el banquillo merengue. De no ir convocado, a entrar en el once con frecuencia inaudita. Cierto es que las lesiones de Pepe y Carvalho le han ayudado, pero no menos cierto es que el Mourinho podría haber apostado por fórmulas que lo hubieran dejado fuera del once.

Lejos de hacerlo, 'The Special One' ha vuelto a dar galones al valenciano. Frente al Espanyol y Rayo fue titular y el jugador respondió con dos buenas actuaciones. Algo similar ha ocurrido con Arbeloa, titular en dos de los tres partidos rozando, por momentos, un gran nivel. Anteriormente apenas había contado con minutos.

Callejón e Higuaín han sido dos de los beneficiados colaterales de estos cambios. El primero jugó ayer un buen puñado de minutos en la que fue su casa y marcó. El segundo fue titular ante el Rayo y respondió. Frente al Espanyol, y con Benzema lesionado, respondió a la confianza dada en anteriores duelos y logró un positivo hat-trick que le hace plantear una dura competencia con el francés.

Piernas más descansadas

Además de estos beneficios anímicos, las consecuencias físicas de las rotaciones también se dejarán notar. Pese a andar cortos de efectivos por las lesiones, los futbolistas blancos se han mostrado frescos. El motivo: distribuyen más los minutos y sienten las piernas más ligeras.

A todo ello hay que añadir que Mourinho ya no habla de los árbitros. Tampoco crea demasiada polémica. El de Setubal se ha alejado de los discursos histriónicos del inicio de temporada y prefiere mantenerse en un segundo plano que favorezca el protagonismo de sus jugadores y del fútbol por encima de lo extradeportivo.

Normas más relajadas, menos estrictas

Por cambiar, han cambiado hasta las estrictas normas internas del vestuario blanco. El pasado viernes Sergio Ramos colgó en su página de Facebook un vídeo con un pique especial entre Arbeloa y Casillas en Valdebebas. Novedad toda vez que Mourinho les tenía vetado el uso de redes sociales, más si cabe para contar intimidades de este tipo.

Súmenle también la barbacoa de confraternización que celebraron los futbolistas también el pasado viernes. Cambios sutiles pero importantes que han dado a este Real Madrid una cara totalmente diferente.