Fútbol

El linier que anuló el gol de Morientes en el España - Corea de 2002 reconoce que se equivocó

    Camacho protesta al árbitro del choque, el egipcio Al-Gandhour


    España y medio mundo, suspira por la Roja. Pocos recuerdan todavía que el hito que busca ahora la Selección (ganar el Mundial) pudo ser posible en 2002. El nefasto arbitraje frente a Corea en aquel Mundial, en cuartos de final, frenó las aspiraciones del equipo de Camacho. Ocho años después, uno de sus asistentes, deja entrever que se equivocaron, y de qué manera, con errores de bulto en aquella dura tarde de junio.

    Se trata del linier de Trinidad y Tobago Michael Ragoonath, aquel cuya bandera levantada abortó el pase de la muerte de Joaquín a Morientes cuando éste, de cabeza, ya había batido la portería de Corea del Sur.

    Aquella fue una más de las muchas injusticias a las que se enfrentó España en la que pudo haber sido su tarde más gloriosa. Fue quizá la más amarga.

    Objetivo de Coke Contreras

    El colegiado ha sido el protagonista final y especial de un viaje increíble. Coke Contreras, tercer portero de España en aquel duelo y actual entrenador de guardamentas del Málaga, se embarcó hace ya casi dos meses y medio en su velero para atravesar el Atlántico y visitar a Ragoonath en su propia casa.

    Esta semana logró su objetivo. El encuentro tuvo lugar en territorio español. La embajada de España en Trinidad y Tobago asistió al reencuentro entre castigador y castigado. La excusa: ver el Francia-España del pasado miércoles.

    Fue ahí cuando el colegiado reconoció, a regañadientes, su fallo. "Nos dio a entender que es consciente de que cometió un error. Él lo sabe y entiende cómo nos hemos sentido todos los españoles, pero mi intención no era montar bronca", comenta, en conversación telefónica, Contreras para el diario Marca.

    No volvió a pitar

    No sólo para los españoles aquel fue un momento duro. Las imágenes de Helguera comiéndose a Al-Gandhour (colegiado egipció que pitó aquel choque y que nunca reconoció su mala actuación), de Hierro retirándose entre sollozos en el que fue su último duelo como internacional o de Camacho más exaltado que nunca, se fusionan en la mente de Ragoonath con las de su mujer. Ella también lo pasó mal.

    No sólo por las protestas. Aquel fue el último partido de su marido como árbitro internacional. Desde entonces, nunca más. No aclara si sus fallos catastróficos a favor del equipo local en aquella eliminatoria de cuartos fueron los que le hundieron. Actualmente sólo se dedica a pitar partidos en su pobre liga local.

    Entre tanto, Ragoonath confiesa sus pronósticos para Sudáfrica. "Me gusta España. Creo que va a ganar el Mundial", admite. Quizá el fútbol y el buen juego del equipo de Del Bosque devuelvan a este equipo lo que un día, Ragoonath y los suyos les arrebataron.