Dos jueces de EEUU admiten haber recibido pagos por dictar largas sentencias
Dos magistrados del Condado de Luzerne, en Pensilvania, Mark Ciavarella y Michael Conahan, admitieron ayer haber recibido más de 2,6 millones de dólares de un centro juvenil de detención privado como recompensa por dictar largas sentencias contra centenares de menores.
Los jueces admitieron los hechos en un tribunal federal de Scranton y confirmaron las sospechas de que habían recibido dinero entre los años 2003 y 2006 de dos instituciones distintas, aunque de la misma propiedad. "El comunicado que ha desacreditado mi judicatura es cierto", resumió Ciavarella en una misiva remitida al tribunal. "Mis acciones han destruido todo en lo que he trabajado y sólo me puedo culpar a mí", agregó.
Tanto Ciavarella como Conahan, cuya valoración no ha trascendido, se enfrentan a una pena de unos siete años de cárcel. La trama urdida consistía en dictar sentencias desorbitadas para que los centros de menores recibiesen mayores subvenciones públicas, parte de la cuales derivaban a los dos jueces implicados, según la fiscalía. De esta forma, algunos menores fueron castigados con la reclusión por conductas menores, como robar en una tienda.