Washington ha reducido sus ataques a Mugabe con la llegada de Obama
La nueva administración estadounidense, liderada por Barack Obama, ha reducido las críticas al presidente de Zimbabue, Robert Mugabe, y renuncia de momento a reprocharle en público su responsabilidad en la crisis política que atraviesa el país africano, según fuentes oficiales bajo el anonimato que señalan que durante el anterior Gobierno la actitud fue más contundente.
En los últimos meses de la administración de George W. Bush, el Ejecutivo pidió en varias ocasiones la dimisión de Mugabe, pero desde el 20 de enero el lenguaje es otro. Las fuentes consultadas achacan esta actitud al interés por dar mayor presencia a los países africanos en las negociaciones entre el partido gobernante y la oposición zimbabuense. Además, aún no se ha conformado el equipo de asesores sobre África en el Departamento de Estado norteamericano.
Así, aunque la ex jefa de la diplomacia Condoleezza Rice indicó en diciembre que "es el tiempo de que Robert Mugabe se retire", el pasado viernes el portavoz del Departamento de Estado actual Robert Wood, simplemente señaló que el jefe de Estado de Zimbabue necesita "hacer lo mejor para la población".