Firmas

La transformación digital de nuestro sistema sanitario

  • La promoción de las TIC permite transformar el modelo sanitario

Margarita Alfonsel

En 2016 se cumple el segundo centenario del fonendo. Probablemente sea esta veterana tecnología, junto con la bata blanca, ese elemento definitorio que de forma instantánea todos tendemos a asociar a la figura del profesional sanitario. Pero quizá está más cerca de lo que podamos pensar el momento en que asociemos, en igual o mayor medida, una tablet como herramienta de trabajo de un facultativo. Los propios medios de comunicación ya empiezan a ilustrar reportajes sobre avances asistenciales con imágenes de médicos consultando algún dato en uno de estos dispositivos para verificar los datos de una analítica o revisando la imagen radiológica de una lesión.

Cuesta creer que las mismas herramientas que desde hace apenas un lustro forman parte esencial de nuestro ocio y modo de comunicarnos se hayan vuelto igualmente indispensables en el trabajo diario de quienes velan por nuestra salud.

Sin embargo, innovación y comunicación conviven en mayor armonía que nunca. En lo que llevamos de siglo se han producido las grandes revoluciones en el campo de la comunicación y es innegable que los grandes visionarios de nuestro tiempo se concentran en el universo digital: desde Bill Gates hasta los más actuales Mark Zuckerberg, padre de Facebook, o los fundadores de Google Sergey Brin y Larry Page.

Un mundo que nos obliga cada día a aprender, a probar y a equivocarnos, pero también lleno de posibilidades para mejorar nuestras vidas en los ámbitos más diversos, entre ellos, sin duda, el sanitario. Y entre esas ventajas que aportan las nuevas tecnologías de la información y la comunicación (TIC), figura, por ejemplo, la capacidad casi ilimitada para registrar millones de datos y poder sacarles partido sin romper la imprescindible confidencialidad. Una cantidad ingente de información que nos permite orientarnos hacia el deseado modelo de resultados en salud. Podremos saber por fin saber mejor lo que aporta cada terapia o tecnología.

La promoción de las TIC permite además transformar el modelo de prestación de servicios. La e-health, la multiplicación casi diaria de apps que buscan mejorar nuestra salud o la fiebre más reciente de los wearables (relojes, pulseras, gafas, ropa...) vienen a demostrar que la tecnología está haciendo posible que todos seamos más protagonistas de nuestra salud en términos de prevención y cuidado a distintos niveles: adoptando hábitos saludables o favoreciendo el cumplimiento de los tratamientos.

Pero todo esto solo puede hacerse realidad si hay una verdadera apuesta por las TICs, éstas deben jugar un papel estratégico en los planes de los distintos servicios de salud con su correspondiente y adecuada dotación económica y humana. Solo así se traducirá en resultados tangibles. La inversión actual en estas tecnologías se sitúa, según el índice seis 2013, en el 1,19% del gasto sanitario cuando lo idóneo sería estar entre el 2 y el 3% que invierten los países de nuestro entorno.

En ese esfuerzo por aportar conocimiento que acelere la transformación digital de nuestro sistema sanitario, Fenin y Ametic, como organizaciones representativas del sector tecnológico, y la sociedad española de informática de la salud, SEIS, hemos suscrito recientemente un convenio marco pionero en Europa con el que impulsar el uso asistencial de las TIC. Debemos sensibilizar sobre el impacto de estas tecnologías en el desarrollo de un modelo de calidad innovador, sostenible y eficiente.

Por el último informe Salud e Internet 2015, sabemos que las apps más descargadas son las de salud y que las enfermedades crónicas favorecen el interés por estas tecnologías. Tampoco ignoramos que el aumento de pacientes crónicos está ligado al envejecimiento. Hoy en España hay 2,4 millones de mayores de 80 años y casi la mitad presenta algún tipo de patología crónica.

Las TICs pueden hacer mucho por este tipo de pacientes. Teniendo en cuenta que somos uno de los países en los que estas tecnologías se han desarrollado de forma más acelerada, la iniciativa, pionera a nivel europeo, que acabamos de poner en marcha nos sitúa en condiciones de asumir un papel líder que no podemos dejar pasar. Tenemos delante de nosotros una oportunidad para desarrollar un nuevo sector industrial de alto valor añadido y beneficioso para el conjunto de la economía. Una ocasión única.