Baja el nivel de desempleo, pero ¿qué ocurre con el paro encubierto?
- Las familias mantienen una renta similar pero trabajando más horas
Las altas tasas de paro en la UE y de manera especial en Grecia y España, distorsionan la perspectiva con la que debe analizarse. Se pone el acento en los aspectos cuantitativos, olvidando los cualitativos, tal como ocurre en EEUU. Es preciso recordar que, aunque a primera vista pueda parecer paradójico, no es idéntico eliminar el paro que crear empleo.
El paro disminuye en las estadísticas cuando para un determinado puesto de trabajo, un asalariado fijo y medianamente remunerado es sustituido por dos a tiempo parcial y con salarios ínfimos. En realidad no se está creando empleo. Es este el proceso que explica en buena parte el llamado milagro americano. Las familias mantienen una renta similar aunque ahora para conseguirlo deban trabajar más miembros o hacer jornadas más extensas. España ha escogido la misma senda. Se reducen las cifras de desempleo pero lo que queda es paro encubierto.
Mercado precarizado
Este modelo precisa de dos requisitos: un mercado de trabajo precarizado en el que se hayan eliminado la mayoría de las salvaguardas y defensas de los trabajadores y concedido al empresario todo el poder para actuar libre y discrecionalmente; y la práctica desaparición de la protección al parado de manera que se vea obligado a aceptar cualquier empleo por duras que sean sus condiciones y reducido el salario.
En nuestro país se han cumplido ambos requisitos ya que no es otra cosa el largo camino de reformas del mercado laboral desde 1992 hasta hoy. Todo ello dentro de un esquema neoliberal muy alejado de ese pleno empleo prescrito por el Estado social. Los defensores del modelo aducen en su defensa que, en una economía globalizada, la competitividad es la regla a la que debe someterse cualquier considerando de justicia social. Lo que ocurre es que con tal argumentación está cimentando una lógica económica que se sitúa al margen, y aún todavía más en contra, del Estado de Derecho. Es el caso del futuro TTIP.
Julio Anguita, excoordinador general de IU