¿Son útiles y eficientes? ¿Sobrevivirán?

El coste de las teles autonómicas no es imprescindible y hay que buscar la eficiencia.

Siempre han convivido medios de comunicación internacionales con nacionales, regionales y locales. Los periódicos escritos y las radios locales o regionales que sobreviven satisfacen una necesidad. Las personas quieren noticias de sus círculos próximos. Por eso una televisión autonómica podría tener su propia misión, informar de noticias locales o regionales ¿Justifican sus costes ese servicio? En Valencia, su Presidente ha decidido que no, y la ha cerrado con coste político y económico.

Es probable que sea útil una televisión en una Comunidad Autónoma. Entonces hay que acotar su misión y rentabilizar su gestión. Misión que cumpliría informando sobre hechos que, por ejemplo, cadenas nacionales o sus centros regionales no cubren. El problema es el coste de ese servicio público; puede ser conveniente, pero no es imprescindible. De manera que para ofrecerlo, en una buena administración de la Hacienda Pública, hay que buscar su eficiencia. No es necesario utilizar toda la franja horaria para ejercer su misión.

Se pueden buscar colaboraciones entre instituciones públicas, o a través de la colaboración público/privada para reducir costes. Muchas veces los Gobiernos se encuentran con inversiones ya realizadas, que es su obligación gestionar con eficacia. Contratar la gestión de esas instalaciones o alquilar franjas horarias puede ser una solución; ha habido experiencias útiles al respecto. La crisis del déficit público ha enseñado que estas televisiones por política y nepotismo pueden acabar infladas en costes, en personal y compiten con las privadas deslealmente. Sólo el principio de subsidiariedad avalaría su existencia.

Muchas veces es la voluntad política la que mantiene una televisión autonómica. Su continuidad depende más del servicio que da al gobierno autónomo, no al ciudadano. Pero si sus presupuestos son insostenibles morirá; sólo sobrevivirán gestionadas con eficiencia. Sus gestores deben ser conscientes de ello.