Europa
Schettino se enfrentaría a un juicio por homicidio y a 20 años entre rejas
La Fiscalía italiana ha decidido juzgar a los oficiales del 'Costa Concordia' por el naufragio del buque en aguas italianas, el 13 de enero de 2012 en el que 32 personas perdieron la vida y otras 64 resultaron heridas. En una audiencia preliminar, los fiscales han manifestado que el excapitán Francesco Schettino debería ser juzgado por homicidio, tras haber causado un naufragio y haber abandonado el navío a la deriva. En caso de ser declarado culpable, Schettino podría ser condenado a 20 años de cárcel. "No abandoné el barco, es que me caí a un bote salvavidas"
Francesco Pepe, el abogado del excapitán, ha subrayado que su cliente no fue el causante del accidente ni de abandonar el buque. "Fue un accidente de trabajo. No se puede condenar a un hombre porque haya tenido un accidente mientras está trabajando", ha declarado Pepe ante los medios durante la vista.
El tribunal de Grosseto, en la Toscana, ha afirmado que también tendrá en cuenta si otros cinco oficiales se enfrentarán a cargos que van desde el homicidio hasta la falta de cooperación con las autoridades marítimas.
El abogado de Costa Cruceros, matriz del Costa Concordia, Marco de Luca, ha destacado que la compañía también tiene derecho a reclamar daños y perjuicios por la pérdida del buque. Una posición contraria a la que mantienen los abogados de la defensa que representan a las víctimas del accidente.
"Aparte de las víctimas, el 'Costa' es el único que ha sufrido grandes daños. Hemos perdido un barco de cerca de 500 millones de euros", ha declarado De Luca ante el tribunal. El juez Pietro Molino emitirá el veredicto el próximo 24 de abril.
La semana pasada, Costa Cruceros aceptó el pago de una multa por importe de un millón de euros con el objetivo de ser declarado exento del juicio criminal, pero no de las denuncias privadas.
'Costa Concordia'
El naufragio del crucero 'Costa Concordia', que transportaba a más de 4.000 pasajeros y tripulantes a bordo, tuvo lugar el 13 de enero de 2012 tras chocar contra una roca frente a las costas de la Isla del Giglio, en la región italiana de Toscana, en el que perdieron la vida 32 personas, entre ellas un español, y otras 64 resultaron heridas.
En una primera instancia la compañía consideró como responsable al capitán el barco, Francesco Schettino, por haber elegido una ruta no autorizada y haber abandonado del barco.