Europa
El comienzo del cónclave, amenazado por nuevas filtraciones de 'Vatileaks': los 'cuervos' han aparecido
Las reuniones se suceden en el Vaticano y la fecha del cónclave tardó en fijarse, por lo que cada vez más se respira un ambiente más enrarecido entre los cardenales que antes de encerrarse para elegir al sucesor de Benedicto XVI quieren seguir recabando información sobre la situación real del Gobierno de la Iglesia. Los cuervos han aparecido
Según la información del diario El Mundo, no sólo ha entrado en vigor la ley del silencio con la que los cardenales no pueden mantener un mínimo contacto con los periodistas ni organizar ruedas de prensa como venían haciendo los purpurados americanos sino que, además, ha reaparecido los denominados cuervos, esas personas que se encargan de llevar los asuntos del caso Vatileaks.
En una entrevista concedida al diario italiano La Repubblica, uno de los presuntos integrantes del grupo que habría orquestado la publicación de numerosos documentos secretos del Vaticano en los que revelarían luchas de poder y casos de corrupción dentro del Vaticano aseguró que el mayordomo del Papa, Paolo Gabriele, no era el único cuervo. "Hay muchos cuervos. Más de 20 personas, todas ellas relacionadas con la Santa Sede. Somos hombres y mujeres, laicos y prelados", explicó.
Y no sólo eso. Esta figura en la sombra lanzó una advertencia directa a los cardenales que se reunirán en la Capilla Sixtina para elegir al nuevo heredero del trono de San Pedro, advirtió que seguirán saliendo documentos prometedores si el próximo Pontífice no apuesta por la transparencia y no hace una limpieza a fondo de las conjuras y las cuestionables prácticas instaladas en la Ciudad del Vaticano.
Está claro que el caso Vatileaks está detrás de las congregaciones previas al cónclave que se están llevando a cabo durante esta semana y parece ser que no finalizarán hasta que no se conozcan públicamente las conclusiones del informe que tres cardenales entregaron a Benedicto XVI tras una larga investigación. Algunos prelados como el australiano Pell o el hondureño Óscar Rodríguez Madariaga insisten en que el informe sea revelado por completo aunque ya se conocen varias pinceladas de lo que podría entreaña ya que algunos medios de comunicación sacaron a la luz la existencia de relaciones homosexuales y casos de corrupción en la cúpula vaticana.
A pesar de estas pequeñas revelaciones el contenido del informe es secreto y sólo lo conocerá el nuevo Papa. Así lo quiso Benedicto XVI quien ordenó que dicho informe sea custodiado en la caja fuerte del apartamento pontificio. Los cardenales no se resisten y han decidido interrogar a los tres hombres que investigaron el caso. "Es evidente que entre los cardenales se habla de este asunto, no es necesario que lo diga yo", afirmaba el portavoz de la Santa Sede, Federico Lombardi.
El presunto cuervo Marco Ansaldo, vaticanista del diario La Repubblica, confirma los rumores de la existencia de un lobby gay. " Podría darle nombres de cardenales y monseñores, de obispos y de funcionarios. De los pisos altos de la secretaría de Estado a dicasterios de primera línea".
Todos los cardenales presentes
Con la llegada del vietnamita Phan Minh-Man ya están en Roma los 115 cardenales que participarán en el cónclave y en teoría ya podrían decidir la fecha en la que se encerrarán en la Capilla Sixtina para que den comienzo las votaciones. Aunque hay muchos prelados que quieren acelerar los tiempo y liquidar las congregaciones previas al cónclave- de hecho el arzobispo de Los Ángeles tuiteó que la fecha está próxima- hay otros que insisten en la idea de que no hay que precipitarse.
El cardenal estadounidense Patrick O´Malley aseguraba que es la decisión más importante que van a tomar en su vida y por lo tanto es bueno tomarse el tiempo que sea necesario.
Alguno de los purpurados piensan que esta demora por conocer todo acerca de los escándalos de corrupción y luchas de poder que atañen a la Curia responden a las míticas intrigas italianas y por eso cada día pierde más fuerza la posibilidad de que el sucesor de Benedicto XVI sea un italiano.