Europa

El castillo de Castelgandolfo: la nueva residencia de Joseph Ratzinger

    Castillo de Castelgandolfo, al sur de Roma. <i>Archivo</i>


    El papa Benedicto XVI, que renuncia hoy a la silla de San Pedro, se ha dirigido a las cinco de la tarde a Castelgandolfo, su nueva residencia durante los próximos dos meses.

    Castelgandolfo, una localidad que dista una treintena de kilómetros al sur de Roma y se alza en el lado oeste del lago Albano, debe su nombre a la familia Gandolfi, que estableció sus dominios en esa zona en el siglo XII.

    Los Gandolfi mandaron construir el castillo que en el siglo XIII pasó a la familia Savelli y que ésta vendieron a su vez a la Cámara Pontificia en 1596. Propiedad papal desde entonces, sobre su emplazamiento se construyó el palacio utilizado más tarde como residencia estival pontificia.

    El papa Urbano VIII ordenó al restaurador de la basílica de San Pedro, el arquitecto Carlos Maderna, la edificación del palacio, que se llevó a efecto entre 1624 y 1629.

    Hoy, el palacio y los jardines ocupan 55 hectáreas de terreno, un territorio más grande que el Vaticano.

    En las tres villas que conforman el complejo (el palacio papal, la villa Barberini y otra destinada a administración), trabajan 55 personas, muchas de las cuales viven en el recinto con sus familias.

    Además, el complejo de Castelgandolfo contiene el viejo Observatorio Vaticano.

    Durante parte del siglo XIX, esta residencia papal permaneció prácticamente abandonada por los avatares políticos que vivió la península itálica. Tras la firma de los acuerdos de Letrán de 1929, que reconocieron la soberanía de la Santa Sede sobre el territorio vaticano y el palacio de Castelgandolfo, Pío XI ordenó la restauración completa de la residencia y de sus jardines.

    El palacio recuperó en 1934 su carácter de estancia de descanso del Papa.

    Como anécdota, en Castelgandolfo, Clemente XIII firmó la condena de un libro de Rousseau y Clemente XIV decidió la supresión de la Orden de San Ignacio, en 1773. Además, allí fallecieron dos pontífices, Pío XII, en 1858, y Pablo VI, el 6 de agosto de 1978.

    El Papa Benedicto residirá allí hasta que finalice la reestructuración de un convento del Vaticano, su hogar definitivo. Se trata de un convento de monjas de clausura llamado ?Mater Ecclesiae?, donde las monjas que acompañarán al Papa el resto de su vida cultivan frutas y verduras ecológicas.

    El recinto está situado dentro los jardines del Vaticano y está rodeado de limoneros. Actualmente está siendo restaurado. Fue construido en 1992 por Pablo VI y consta de cuatro plantas.

    El edificio tiene una decoración muy sobria, en la que tan sólo resaltan algunas vidrieras artísticas con motivos sacros.