Europa

¿Está preparado el radical Tsipras para gobernar Grecia?

    Las encuestas dan ganador al líder izquierdista. Foto: archivo


    Unas tres semanas separan a Grecia de las nuevas elecciones que se celebrarán el 17 de junio. El equilibrio de fuerzas políticas parece que va a cambiar lo suficiente como para desafiar la estabilidad económica y social del país heleno. Lo que sigue igual es el objetivo: de alguna forma, Grecia ha de cumplir con sus compromisos si realmente quiere seguir siendo miembro de la zona de euro, cosa que sus socios internacionales siguen recordándole con insistencia. Lo que está claro es que las elecciones más importantes de las últimas décadas para Grecia darán paso a grandes cambios para el país heleno, tanto para bien como para mal.

    Las encuestas que muestran la intención de voto siguen colocando a Sýriza (la Coalición de Izquierda Radical) del joven Alexis Tsipras como ganador, algunas de ellas incluso dándole un 4 por ciento más que el partido conservador de Nueva Democracia. Lo cierto es que Sýriza quizá sí estaba preparada para ser segunda fuerza parlamentaria y oposición oficial, pero no para ser primer partido y tener que gobernar. En los últimos días, los demás partidos, con Nueva Democracia en primera línea, se han esforzado por desacreditar a Sýriza, criticando con fuerza sus posiciones básicas en cuanto a la economía, calificándolas de "poco realistas". Incluso el líder de los Verdes del Parlamento Europeo, Daniel Cohn-Bendit, criticó la semana pasada la declaración de Sýriza sobre el nivel del salario mínimo.

    Sýriza, el favorito de las elecciones

    Sin embargo, Sýriza es el número uno favorito de las elecciones, según el ambiente de estas semanas. Insistiendo en su programa de poner en duda lo firmado entre Grecia y Europa y renegociar las condiciones de los pactos internacionales y los planes de rescate, parece que Sýriza da una discreta marcha atrás en este asunto.

    Su diputado Yiannis Dragasakis dijo anteayer que el primer paso el día siguiente de las elecciones sería abolir todo lo que se pueda abolir unilateralmente por Grecia y a continuación empezar la renegociación con los europeos. En Sýriza, y en Grecia en general, creen que la salida de Grecia de la zona de euro no favorecería a nadie. Lo que hay que hacer es cambiar sustancialmente de curso; si no, lo que va a cambiar será el desafío hacia el sistema que los partidos griegos están experimentando.

    Sin embargo, y aunque Sýriza declara cada vez que su objetivo si gana las elecciones sería formar un Gobierno de izquierdas, colaborando con otros partidos de la misma ala política, parece que en este momento carece de aliados.

    La parte izquierdista del mundo político griego ha puesto muchas expectativas en los hombros del recién elegido presidente francés, François Hollande. Esto no significa que los griegos reconozcan en él al líder que hará que Grecia se deshaga de sus deudas, sino que a lo mejor Hollande puede convertirse en el aliado Grecia estaba buscando en Europa. Por su parte, Antonis Samarás, el dirigente de Nueva Democracia, está intentando reconstruir lo que en Grecia se conoce como "el bloque de centro-derecha", es decir, el frente que en sus filas pertenecen todas las fuerzas y partidos políticos que más o menos comparten la misma ideología.

    El primer paso fue abrir la puerta de vuelta a ND a Dora Bakoyianni, hija del fundador del partido, Kostas Mitsotakis y hasta hace unos pocos días líder de Alianza Democrática. Bakoyianni no pudo entrar en el Parlamento en las últimas elecciones y su vuelta al partido que fundó su padre fue interpretada como un desesperado esfuerzo para volver al escenario político.