Europa
España ha ganado dos comisarios al precio de uno en la Unión Europea
Cualquiera que se interese mínimamente por la UE sabe ya que el socialista español Joaquín Almunia será durante el próximo lustro el comisario europeo de Competencia, la cartera del Ejecutivo comunitario con más poder sobre el mundo empresarial. Pero la de agricultura también podría considerarse, al menos en parte, española.
Y salta a la vista que el presidente galo, Nicolas Sarkozy, ha aupado a su ex ministro Michel Barnier a Mercado Interior y Servicios. Será el sheriff del mercado único europeo y de la reforma de la reglamentación y supervisión financiera. El premier británico, Gordon Brown, quiso abortar la maniobra, y al final se conformó con infiltrar de número dos de Barnier un peón británico.
Dacian Ciolos es un desconocido para el común de los mortales en Francia y España. Pero los Gobiernos de ambos países tienen motivos para felicitarse porque este ministro rumano de Agricultura fuera nombrado el viernes pasado comisario europeo de Agricultura.
El campo francés obtuvo 8.950 millones de euros de ayudas de la UE en 2008 y el español, 5.865 millones. París y Madrid han peleado en Bruselas durante los últimos quince años con un comisario austriaco y una danesa que han introducido una tras otras reformas semi liberalizadoras de la política agrícola común. Y los agricultores de ambos países, de los más favorecidos por el maná comunitario, temen que en la eurolegislatura 2009-2014 les vuelvan a recortar las ayudas.
El maná de las ayudas agrícolas
El debate debería ser más llevadero porque la batuta la llevará el representante de un país que, como España y Francia, aspira a ordeñar la generosa vaca de los subsidios de la UE a la agricultura. El campo de Rumanía recibió en 2008 apenas 473 millones de euros pero, si las ayudas comunitarias siguen siendo tan generosas como hasta ahora y sumando la mitad del euro presupuesto, el montante de 2008 sería el 30% de lo que recibirán en 2016. Desde que entraron en la UE a mediados de esta década, a los países del Este sólo se les permite saborear progresivamente el dulce néctar de los fondos de Bruselas.
El comisario de Agricultura rumano será para los españoles un interlocutor más receptivo que si fuera, por ejemplo, de Holanda o Reino Unido; Estados cuya prioridad es rebajar estas ayudas a niveles mínimos para ahorrarse parte de su contribución al Presupuesto europeo. La decisión final, tras una dura negociación, la tomarán alrededor de 2011 los jefes de Estado o de Gobierno de los 27 países del club.
Relajados en la recta final
José Luis Rodríguez Zapatero llegó en una posición cómoda a la recta final del reparto de comisarios. Dejó caer a Javier Solana como representante de la política Exterior de la UE; y se ganó en primavera el corazoncito del portugués José Manuel Durao Barroso apoyando su reelección como presidente de la Comisión Europea y dinamitando la oposición que los euro socialistas forjaban contra el conservador luso.
En vísperas de la designación de los comisarios, Zapatero trató del tema en su cena con la canciller alemana Angela Merkel. Daba por hecho que Almunia iría a Competencia, salvo que el pulso hasta el último minuto entre Brown y Sarkozy lo rebotara a Mercado Interior, otra de las carteras más poderosas. Berlín no entró en la pelea: su prioridad es aupar en 2011 a Axel Weber, presidente del Bundesbank, a presidente del Banco Central Europeo (BCE).