Eurocopa 2016
Cristiano Ronaldo y su venganza ante España por el 'boicot' madridista de 2010
Cristiano Ronaldo tiene sed de victoria. Sed de triunfos. Sed de Balón de Oro. El delantero portugués sueña con alcanzar la final de la Eurocopa y levantar, como capitán, el trofeo a la mejor selección del Viejo Continente. Antes, en su camino, se cruzará España y contra los nuestros, el luso tiene viejas cuentas pendientes, cuentas que se remontan a 2010 cuando, en el Mundial de Sudáfrica, CR7 sufrió una doble humillación: la de ser eliminado por 'La Roja' y, además, la de ser vilipendiado por sus propios compañeros de equipo, por los españoles del Real Madrid.
En aquel partido los Casillas, Sergio Ramos y compañía decidieron poner nervioso a la mega-estrella portuguesa de la manera más insospechada. Horas antes de disputar el duelo de octavos de final, llegaron a un pacto. "Chicos, ni le hablamos, ni le miramos. Como si no le conociéramos, como si nos estuviera hablando a un trozo de pared" comentaron en la habitación de uno de ellos en la concentración de España.
El plan era sencillo: desquiciarlo antes de que comenzara el duelo, provocarle uno de los 'ataques de ansiedad' que también conocían del año que ya habían pasado juntos en el Real Madrid. Y funcionó, vaya si funcionó.
Así se desarrolló el plan
Nada más llegar al estadio 'Green Point', en Ciudad del Cabo, los madridistas trataron de evitar a Cristiano Ronaldo. Ni lo miraron. Ni lo saludaron. El ariete portugués trató de acercarse a ellos en el corrillo previo, mientras inspeccionaban el césped, pero los españoles lo rehuyeron. Sorprendido, Cristiano volvió con los suyos.
Sin embargo, para su sorpresa, algún español sí que saludó, cuando se retiraban al vestuario, a Pepe, el otro luso compañero en el Real Madrid. Ahí comenzó el enfado de CR7.
Ya en el túnel de vestuarios, Cristiano trató de intercambiar algunas palabras con los españoles, pero éstos no le devolvieron los gestos. Como habían pactado días antes, parecía que estaba hablando con la pared. Silencio.
Ya durante el choque, Sergio Ramos, aquel día lateral derecho, se despachó con dureza ante alguna internada del portugués. El delantero se fue desesperando poco a poco hasta que llegó la derrota. Desquiciado por todo, se marchó al túnel de vestuarios escupiendo a la cámara que lo grababa saliendo del campo. "¿Por qué no filmas a los ganadores? ¡Vete con ellos!", repitió.
Meses después de aquello, todos los protagonistas de la historia comentaron el asunto como si de una anécdota se tratara, pero a Cristiano no le gustó nada aquello. Tanto esa sí, que el ariete sacó a relucir la anécdota en el momento de su peor relación con Casillas, cuando Sara Carbonero lo tachó de "egoísta" en Telecinco y su chico salió a defenderla.
El miércoles, dos años después, el mejor pichichi de la historia del Real Madrid y líder de Portugal quiere devolver la jugada de aquella noche en la que fue doblemente humillado sobre el césped del Green Point sudafricano.