Eurocopa 2016
Eurocopa 1984 | Platini y el fallo de Arconada hundieron el sueño de España
La Eurocopa de 1984 es, en el recuerdo de los españoles, la del dolor eterno y profundo de un simple instante convertido en tragedia gigante. Apenas unos segundos eternos que convirtieron un gesto técnico, en un fallo más que doloroso.
Arconada y su cantada tras la falta lanzada por Platini acabó con los sueños la Selección más heroica de la era moderna, ésa que emocionó al país entero goleando por 12-1 a Malta en el choque definitivo que nos dio el pase a la fase final del torneo.
Cierto es que reducir todo el torneo a aquella parada fallida sería más que injusto, pero el fútbol, como muchos deportes, es un juego de instantes. ¿Qué habría ocurrido si el balón se hubiera quedado en los brazos del arquero? ¿Habría mantenido el tipo? ¿Habríamos logrado el 'principazo' levantando la Copa en territorio enemigo? Nunca lo sabremos.
Lo que sí quedó bien claro a ojos de todo el continente es que aquella España nada tenía que ver con la que dos años atrás había naufragado en el Mundial que organizamos. Lejos quedaron los motines que tuvo que soportar José Emilio Santamaría, seleccionador de aquel combinado. Su dimisión dio paso, de nuevo, a Miguel Muñoz, y con él, los Camacho, Víctor, Lobo Carrasco, Poli Rincón, Santillana, Gallego o Señor volvieron a brillar con fuerza hasta lograr, en París, su cima deportiva.
Antes, por el camino, había necesitado sufrir para clasificarse. Aquella docena de goles frente a Malta parecía un sueño, pero sucedió.
Después, en la fase final, los nuestros quedaron primeros de la fase de grupos y, en la semifinal, ante Alemania, saltó la sorpresa con un gol de Maceda en el 90. 'La Roja' se vería las caras contra la anfitriona.
Era la Francia de Platini, uno de los mejores equipos de la era moderna. El Parque de los Príncipes, sede del último partido, contempló con el aliento contenido cómo 'les bleus' sufrían para abrir la lata. Hasta que surgió el fallo de Arconada en el 57' y todo se hizo más fácil. El 2-0 final lo certificó Bellone en el 90. Demasiado castigo para una generación que jamás debió salir de aquel campeonato con las manos vacías.