Así logró el piloto del avión de Barcelona evitar la catástrofe en El Prat
El aterrizaje es uno de los momentos más tensos del viaje en avión. El piloto tiene que tener activados los cincos sentidos para que la aeronave se pose sin incidentes. En el manual de vuelo hay una maniobra muy recurrente llamada 'motor y al aire' que se efectúa en caso de que el aterrizaje no sea cien por cien seguro. Esta ha sido la peripecia que ha salvado la vida de cientos de personas en el aeropuerto de El Prat de Barcelona.
El piloto de la aerolínea rusa Atuar, Germán Pacheco, tuvo que realizar un 'motor y al aire' (o 'Go-Around' en inglés) cuando vio que en la pista en la que debía aterrizar había otro avión que obstruía la zona, según recoge ABC.
"Los pilotos están entrenados para hacerlo. No es una cosa extraña ni hubo peligro para los pasajeros de los dos vuelos. Cuando vas a aterrizar, siempre estás preparado y pensando por si tienes que volver al aire", relata el piloto.
Sin embargo, los propios pasajeros tuvieron que pasar un mal rato. Cuando el avión está a punto de tocar asfalto y, sin previo aviso, retoma el vuelo, la tensión debe aflorar en los asientos. Por eso, cuando la situación está controlada y el peligro ha pasado, el piloto debe informar de lo sucedido a los pasajeros y así mantener la calma.
Pese a ser una maniobra normal, sobre todo en aeropuertos muy concurridos como el de Heathrow, el 'motor y al aire' también tiene sus riesgos: "Perjudica a Control y descoloca todos sus planes con el resto de aviones. Además, como cada vez van más cortos de combustible, se busca aterrizar lo antes posible", remata el piloto.