Cinco detenidos en la huelga general en Euskadi convocada por los nacionalistas
La Ertzaintza ha detenido a cinco personas hasta este mediodía en relación con la huelga general convocada en el País Vasco por los sindicatos nacionalistas. Según el Gobierno Vasco, la huelga ha sido secundada por entre el 10% y el 20 % de los trabajadores de la industria, mientras que en la sanidad se ha quedado en un 6 por ciento.
Fuentes de la Ertzaintza han informado de que las detenciones se produjeron en Vitoria, San Sebastián, Trápaga (Vizcaya) e Irún (Guipúzcoa).
Al mismo tiempo, las fuentes consultadas indicaron que a primera hora del día se produjeron cortes de las catenarias en algunos puntos de la red ferroviaria vasca, aunque la mayor parte de los problemas estaban solucionados al mediodía. En concreto, ha habido cortes de estas catenarias en lugares como Portugalete y Zalla, ambos en Vizcaya, aunque al mediodía la mayoría de estos problemas causados por algunos de los huelguistas.
Razones de la convocatoria
El rechazo a la "tremenda" destrucción de empleo existente, la crítica a las políticas públicas practicadas y la denuncia del "chantaje" patronal en la actual coyuntura de crisis son los argumentos esgrimidos por ELA, LAB, ESK, STEE-EILAS, EHNE e Hiru para convocar este jueves en el País Vasco y Navarra una huelga general que rechazan CCOO y UGT.
Los convocantes han insistido en que "sobran razones" para la convocatoria, aunque desde distintas instancias se ha destacado que se trata de una movilización con carácter político.
Apoyada por los partidos nacionalistas, con la excepción del PNV, la huelga general se llevará a cabo apenas transcurridas dos semanas de la toma de posesión del nuevo Gobierno vasco, presidido por el socialista Patxi López.
Fuerte apoyo
Los convocantes han insistido desde el principio en que el llamamiento se hubiera efectuado de igual manera si otro partido hubiese conformado el Gobierno vasco. La convocatoria de ELA, LAB y otros sindicatos nacionalistas ha recibido, entre otros, el apoyo de representantes de la izquierda abertzale.
Para el ex portavoz de Batasuna Arnaldo Otegi, la huelga servirá para hacer visible la nueva apuesta política de la izquierda abertzale por "liderar" una "mayoría" independentista, según ha llegado a manifestar.
Aralar también se ha adherido al llamamiento "en favor de los derechos de los trabajadores", al igual que ha hecho Eusko Alkartasuna, pese a que este partido gestionaba el departamento de Empleo del Gobierno vasco cuando se anunció la convocatoria. Ezker Batua, por su parte, ha dejado al criterio de sus afiliados secundarla o no.
Varias críticas
El apoyo de la ejecutiva de EA a la huelga ha provocado polémica interna y el desmarque de la organización del partido en Guipúzcoa de la posición oficial.
En un artículo de opinión, el ex viceconsejero de Trabajo de EA, Juan José Loroño, consideró que el apoyo del partido a la huelga supone una "desautorización" al equipo del anterior consejero de Empleo, Joseba Azkarraga.
La convocatoria ha recibido críticas, entre otros, de los empresarios vascos. La patronal vasca Confebask la ha considerado "extralaboral, anacrónica e irresponsable" en un momento de una coyuntura económica especialmente delicada.
El presidente del PNV, Iñigo Urkullu, ha opinado que no está justificada esta huelga y ha mostrado su preocupación por el "cariz político" que en su opinión tiene esta convocatoria, al tiempo que ha insistido en que "ni las circunstancias actuales, ni la manera en la que se anunció, ni los objetivos por los que se dice que se convoca" justifican para el PNV la huelga.
En plena recesión
La fecha de la huelga general coincide con la confirmación oficial de que País Vasco ha entrado en recesión tras evolucionar su Producto Interior Bruto de manera negativa durante dos trimestres seguidos, según dio a conocer el pasado lunes el consejero de Economía Carlos Agirre.
La movilización también se llevará cabo en la misma semana en la que el lehendakari, Patxi López, y representantes de la patronal vasca han iniciado, con una reunión el lunes, la ronda de conversaciones para preparar la mesa de diálogo social contra la crisis que quiere impulsar el Ejecutivo vasco.
Pese a los llamamientos del lehendakari a los convocantes para que reconsideren la huelga, ELA, LAB y el resto de sindicatos nacionalistas mantienen el llamamiento y han recurrido la orden del Gobierno vasco sobre servicios mínimos para la jornada de este jueves por considerarla "regresiva".
En respuesta, el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco (TSPV) ha desestimado la suspensión de servicios mínimos pedida por los sindicatos.
Según ha anunciado el consejero de Interior, Rodolfo Ares, el Gobierno vasco pondrá "todos los medios" a su alcance para garantizar el derecho a la huelga de quien este jueves decida secundar la convocatoria y también el derecho a acudir a trabajar de quienes así lo decidan.
El lehendakari dice que los motivos de la huelga son políticos
El lehendakari, Patxi López, ha dicho hoy que los motivos por los que han convocado los sindicatos nacionalistas una huelga general para hoy son "políticos" y no laborales.
López ha comparecido ante los medios en Vitoria en un receso de la reunión que mantiene con el vicepresidente tercero y ministro de Política Territorial, Manuel Chaves, para analizar las transferencias pendientes.
En sus primeras palabras ha dicho que "respeta" la huelga general convocada para hoy, pero ha advertido de que no entiende los motivos "más allá de los políticos" que han llevado a los sindicatos a convocarla.
Ha destacado que no ha habido "ni un sólo derecho conculcado" ni se ha adoptado ninguna medida de recorte de prestaciones sociales, por lo que las razones de la huelga "evidentemente son bien otras".
Ha recordado que "mientras estas centrales convocan una huelga, el Gobierno Vasco trabaja para poder utilizar todas las herramientas económicas y sociolaborales" para hacer frente a la crisis y sus efectos.
El lehendakari ha concluido que con la reunión de este jueves, en la que los dos gobiernos están tratando el traspaso de las políticas activas de empleo, se quiere que la Administración pública vasca disponga de "más instrumentos y más recursos" para combatir la crisis.